Una mujer con mascarilla mira por la ventana de un tranvía en la ciudad de Dublín, Irlanda, 21 de octubre de 2020. (EFE/EPA/AIDAN CRAWLEY).
Una mujer con mascarilla mira por la ventana de un tranvía en la ciudad de Dublín, Irlanda, 21 de octubre de 2020. (EFE/EPA/AIDAN CRAWLEY).

Una “nube de tristeza” se abatía el jueves sobre el centro de Dublín, la capital de Irlanda, primer país de Europa en emprender un segundo confinamiento contra el coronavirus que daba a sus calles el aspecto de una ciudad fantasma.

Es un poco lúgubre y turbador”, decía Sunniva O’Flynn, de 57 años, en una calle casi desierta durante lo que normalmente sería una hora punta. “Hay de nuevo esa especie de nube de tristeza por el hecho de que la ciudad esté abandonada”, agregaba.

Los comercios no esenciales cerraron durante seis semanas y los irlandeses no pueden salir de casa, con algunas excepciones, como hacer ejercicio a menos de cinco kilómetros o trabajar en un sector considerado esencial.

Bares y restaurantes solo pueden servir comida para llevar, pero las escuelas siguen abiertas, la principal diferencia con el largo confinamiento de la pasada primavera.

En Grafton Street, una de las principales calles comerciales de Dublín, no se ve la intensa actividad habitual de los jueves.

Solo unos pocos pasajeros con mascarilla han ocupado sus asientos en los tranvías, abarrotados en tiempos normales, y el transporte público se redujo al 25% de su capacidad.

Tengo muchas dificultades con este confinamiento en particular”, dice Jo Finn, empleado de banca que vive solo y teme las largas semanas de aislamiento. “Solo quiero volver a la normalidad. Echo de menos a mis amigos, a mi familia y a mi vida normal”.

La pandemia se ha cobrado casi 1.900 vidas en la República de Irlanda, país con menos de cinco millones de habitantes, según las cifras oficiales, que también muestran un fuerte resurgimiento de los contagios: 1.167 nuevos casos positivos registrados el miércoles.

Tras haber registrado un máximo de 77 muertes diarias en abril, el número de fallecimientos es inferior a diez por día en la actualidad.

El virus se encuentra ahora en un punto en el que se propaga de muchas maneras diferentes”, advirtió el ministro de Sanidad, Stephen Donnelly, en la emisora pública RTE.

Advirtió que este confinamiento es un “ataque preventivo” ante el rebrote del virus y subrayó que el país ya logró superar con éxito la crisis hace unos meses. “Funcionó, aplanamos la curva (...) y hoy es el primer día que aplanaremos la curva por segunda vez”.

Fuente: AFP