Curso de empatía en las escuelas de Dinamarca: ¿podría ser una solución a imitar en nuestro país?

Aprender sobre matemáticas, lenguaje e historia configura una necesidad en los alcances educativos de nuestro siglo. No conocer cómo realizar una operación algebraica llevaría al envejecimiento prematuro del cerebro. No saber de ortografía puede costar una oportunidad laboral. Desconocer en absoluto los capítulos más importantes del Imperio Incaico atenta contra la identificación. Sin embargo, hay aspectos que más allá de su importancia, son imprescindibles.

La formación como ser humano, como persona, es una arista de la cual no se han descuidado en Dinamarca. Desde 1993 se dispuso la obligatoriedad del curso de empatía desde los 6 a los 16 años en todos los colegios del país.

¿Cuál es la temática para aprender a ser más empáticos desde pequeños? Los profesores ordenan que los alumnos se ubiquen en un círculo para proceder a darle la palabra a cada uno de ellos. Así, cada estudiante tiene la posibilidad de contar sus problemas a sus compañeros.

De esta manera, los oyentes tendrán que dar cada uno la solución que, desde su perspectiva, remediará el inconveniente que relató su compañero (a). El proceso continúa hasta que todos los alumnos hayan, al menos, brindado respuestas factibles.

Asimismo, se pueden formar grupos para que entre cada conjunto de alumnos ideen una mejor solución a la que hubiesen propuesto por sí mismos. Esta práctica ayuda a fortalecer relaciones de amistad y comprensión, además de no dejarse llevar por la indiferencia ante los problemas de los demás.

No es sorpresa entonces que Dinamarca haya logrado ubicarse en el segundo lugar en la lista de los países más felices del planeta según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Ayer, un adolescente de 17 años decidió quitarse la vida en el Metro de Lima, lo cual motivó la suspensión del servicio por varios minutos. En las redes sociales, las quejas de algunos usuarios empañaron el pesar de muchas personas por el lamentable incidente.

El curso de empatía pudo haber servido en aquellos casos en los que la expresión del individualismo más dañino demuestra la poca relación que tienen diversas personas con su especie. ¿Será una solución a futuro en la educación nacional? El tiempo lo dirá.