En las últimas semanas, los visones sacrificados en Dinamarca, para evitar que una cepa mutante del nuevo coronavirus se expandiera hacia las personas, emergieron del suelo, lo que provocó la preocupación de la población local.
En West Jutland, región donde enterraron a los mamíferos, han tenido que volver a cubrir los cadáveres que salían a la superficie. Sin embargo, autoridades descartaron una alta posibilidad de contagio de la enfermedad respiratoria.
Funcionarios de Dinamarca afirmaron que los cuerpos de los animales emergieron debido a los gases que emanan cuando los restos entran en proceso de descomposición y fueron cubiertos a solo un metro de profundidad.
De acuerdo con Thomas Kristensen, vocero de la Policía de dicha localidad, el suelo arenoso de la región tuvo parte de la responsabilidad porque no es muy pesado como para contener a los visones cuando se inflen.
“En relación con la descomposición se forman gases, lo que hace que el visón se expanda un poco (…) De esa manera, en el peor de los casos, son empujados fuera del suelo”, expresó en la emisora local DR.
Daneses que viven cerca del lugar donde fueron enterrados los mamíferos se quejaron por los fétidos olores que emanan los cadáveres en descomposición. La Policía les recomendó que deben evitar acercarse al área porque existe una baja probabilidad de contagio de un animal muerto.
Como se recuerda, millones de visones criados en Dinamarca fueron sacrificados a causa de una mutación de COVID-19, lo que representaba un peligro para la humanidad.
La mutación “podría representar un riesgo de que futuras vacunas (contra el covid-19) no funcionen como previsto”, declaró la primera ministra, Mette Frederiksen. “Hay que sacrificar a todos los visones”, añadió, lo que representa entre 15 y 17 millones de animales.