Un año de Donald Trump en la balanza (INFOGRAFÍA)

Los demócratas aún no pueden creer que el candidato republicano a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el magnate inmobiliario Donald Trump, haya ganado esos comicios, aunque ya pasaron más de 365 días desde que empezó su estancia en la Casa Blanca.

Esta administración, conocida como “la era Trump”, inició con masivas marchas detractoras, no solo en diversas ciudades de EE.UU., sino también en Europa. Si bien las protestas comenzaron en las calles, en la actualidad se mantienen fuertes en redes sociales. Los motivos no son pocos. Muchas de las causas que defienden los demócratas y simpatizantes de la izquierda han sido golpeadas; una de ellas fue la de no considerar bienvenidos a los inmigrantes que llegan a EE.UU.

Tal como prometió durante la campaña electoral desde 2016, Trump se mantiene firme en que construirá un muro a lo largo de la frontera con México. Insiste, además, en que este país lo financiará. “El muro será pagado por México, directa o indirectamente, o a través de un reembolso a largo plazo. México cuenta con un absurdo superávit de 71,000 millones de dólares con EE.UU.”, tuiteó Trump el jueves.

El mandatario subrayó que “el coste (del muro) de 20,000 millones de dólares es mínimo comparado con lo que México consigue de EE.UU. ¡El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es un mal chiste!”.

El Gobierno mexicano respondió el mismo día a Trump diciendo que “no pagará” un muro en la frontera y aseguró que no negociará en redes sociales el TLCAN ni ningún otro aspecto de la relación bilateral.

PELEADO CON LA PRENSA

Un artículo del economista Paul Krugman en ese medio sobre las repercusiones económicas de la victoria de Trump, denominado “The Economic Fallout” (“Las consecuencias económicas”), fue el elegido por el presidente para encabezar esta lista de “premios”. En su columna, Krugman afirmó que la economía “nunca” se recuperaría del paso del magnate por la Casa Banca.

NÚMERO RÉCORD DE JUECES

Los jueces federales en EE.UU. tienen cargos vitalicios, por lo que el impacto de los nombramientos de Trump se perpetuará en el tiempo durante décadas; sin embargo, al contrario que su reforma fiscal o sus medidas migratorias, no podrá ser derogado por el próximo presidente o Congreso.

¿CUERDO?