​EE.UU: Comienza la caza de caimanes tras alarma de recientes ataques
​EE.UU: Comienza la caza de caimanes tras alarma de recientes ataques

Más de 6.000 cazadores tienen licencia para matar caimanes en la temporada que se inició esta semana en Florida,, un estado todavía estremecido por la muerte de un niño que fue arrastrado por uno de esos reptiles a una laguna.

Los caimanes protagonizaron en 2015 dos ataques mortales, uno a un ladrón que se escondió de la Policía entre la maleza de una laguna y otro a un bañista que nadaba en un canal de un parque estatal.

Aunque han pasado diez años todavía, se recuerda el caso de Yovy Suárez, una joven colombiana que fue devorada por un caimán cerca de un canal de la ciudad de Davie, al norte de Miami, pero el ataque que más ha conmocionado a los floridanos es, sin duda, el sucedido en junio pasado en un centro hotelero de Disney en Orlando (centro de Florida).

En solo segundos un caimán atrapó a un niño de dos años que estaba con sus padres y hermanos en las orillas de una laguna artificial y lo arrastró consigo adentro del agua, sin que los esfuerzos del padre y la madre del menor por liberarlo de la fauces del reptil sirvieran de nada.

Una parte importante en la lucha por mantener un equilibrio en la cifra de caimanes sueltos es el programa de caza que, desde 1988, viene implementando la Comisión para la Conservación de la Caza y la Pesca de Florida (FWC).

A juicio de Tammy Sapp, portavoz del departamento de caza de la FWC, el programa de conservación de los caimanes es "una historia de éxito" en el estado a la que se añade la iniciativa de caza anual, que "ha sido reconocida nacional e internacionalmente como un programa modelo para el uso sostenible de un recurso natural".

La caza de caimanes, que autoriza a cada cazador con licencia a dar muerte a un máximo de dos ejemplares, concluye el próximo 1 de noviembre, y en el sur de Florida tiene su radio de acción principalmente en la zona de los Everglades al oeste de los condados de Broward y de Palm Beach, al norte de Miami, y en el lago de Okeechobee.

Este año la FWC contabilizó 13.000 solicitudes de caza procedentes de los cuatro puntos cardinales del estado, aunque solo concedió 6.000 licencias "para operar en 65 condados de Florida y más de 60 lagos, ríos y varios humedales", apuntó Sapp.

Lo cierto es que el "boom" de la construcción en el estado, también en zonas de lagos y canales, y la continua pérdida de terreno pantanoso y hábitat natural, ha supuesto la penetración cada vez mayor de caimanes en zonas residenciales.

La pasada temporada de caza mataron a 6.694 caimanes, con un longitud media de unos ocho pies (2,44 metros).

La Comisión aconseja que no se nade en zonas de abundante vegetación, ni se alimente a los animales salvajes o se pasee con mascotas cerca del agua, especialmente al anochecer y al amanecer, cuando los caimanes se muestran más activos. 

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