Continúa la tensión en Asia. Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron hoy una serie maniobras aéreas a gran escala que suponen una nueva exhibición de fuerza ante las provocaciones de Corea del Norte , como el último lanzamiento del misil intercontinental presuntamente capaz de alcanzar territorio norteamericano.
Bajo el nombre "Vigilant ACE", la operación que concluye el próximo 8 de diciembre ha movilizadomás de 230 aviones y unos 12.000 efectivos involucrados. Tan solo de Estados Unidos hay dos docenas de cazas furtivos, como el F-22 o el F-35, y dos bombarderos estratégicos B-1B.
"Buscan mejorar la capacidad operativa combinada de los dos países tanto de día como de noche y en cualquier condición meteorológica", indicó un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano.
Aunque los ejercicios tienen una frecuencia bianual y estaban ya planeados antes de que el régimen de Kim Jong-un lanzara la pasada semana su último ensayo de misiles balísticos, , el Hwasong-15, es muy poco habitual que el Pentágono lleve a cabo un despliegue de esta envergadura.
Durante las maniobras los aliados simularán ataques sobre falsas instalaciones nucleares surcoreanas y plataformas autopropulsadas como las que usa Corea del Norte para desplegar sus misiles.