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Un inmigrante subsahariano permaneció siete horas encaramado a una farola cerca de la valla de Mellila, España, la mañana del viernes. La Policía estuvo un par de horas convenciéndolo para que bajase. Al final, bajó voluntariamente.

El hombre subió una altura de unos 10 metros y se negó a bajar, aunque la farola en la que se encontraba estaba situada en territorio español. Como se informó, el joven, que permaneció siete horas encaramado, no quería bajar por miedo a ser deportado de Melilla.

Con gritos de "¡Libertad!" y "¡Victoria!" varios grupos de personas han intentado saltar la valla de la frontera de Mellila, ciudad española autónoma ubicada en el norte de África, por distintas partes del perímetro desde primeras horas de la madrugada del viernes. Solo una decena de personas logró cruzar la frontera, según las autoridades españolas. El resto fue interceptado por las fuerzas de seguridad dispuestas a ambos lados de la reja.

La semana pasada, centenares de inmigrantes divididos en varios grupos bajaron del monte Gurugú, en Marruecos, donde se refugiaban, con la intención de saltar la valla perimetral de Melilla y entrar en territorio Español. Sin embargo, agentes de la Gendarmería marroquí y la Policía española lo impidieron.

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