La Estatua de la Libertad celebró hoy su 126 cumpleaños reabriendo su corona al público, tras haber permanecido cerrada durante un año por unas obras de restauración para reforzar la seguridad de los visitantes y en las que se ha respetado al máximo la estructura original del monumento.

"Estos trabajos de renovación significan literal y figuradamente que el camino de la libertad está abierto a todo el mundo", afirmó el secretario de Interior de Estados Unidos, Ken Salazar, durante la ceremonia de reapertura de la estatua.

La estatua realizada en cobre por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, se inauguró el 28 de octubre de 1886, erguida sobre un fortín en forma de estrella y un pedestal de casi 47 metros de altura, desde el que estaría destinado a convertirse en el símbolo avistado por los inmigrantes que llegaran en barco a Estados Unidos por el Océano Atlántico.

En sus 126 años de existencia, la Estatua, declarada monumento nacional en 1924, ha sido sometida a múltiples procesos de reforma, y el último se inició el año pasado, con el objetivo de "mejorar la seguridad de los visitantes", según explicó a Efe una de las arquitectas encargada de las obras, Anne Weber.

Una de las grandes renovaciones ha sido la de facilitar el acceso a los visitantes con discapacidades físicas, ya que, a partir de ahora, las personas en silla de ruedas, que hasta el momento tenían que quedarse a nivel del suelo, podrán ascender al observatorio situado en la cima del pedestal.

Una emotiva fiesta de cumpleaños para este símbolo de la libertad y la democracia, "el que mejor define al pueblo estadounidense", según declaró Salazar, y que el 17 de junio de 1886 llegó al puerto de Nueva York, embalado en 214 cajas y a bordo de la fragata Isère, como un obsequio del pueblo de Francia auspiciado por el político Eduardo Laboulaye.

Un regalo titulado "La libertad alumbrando al mundo" con el que se quería conmemorar el centenario de la independencia estadounidense.

EFE

TAGS RELACIONADOS