Hungría: Lluvia de críticas por violencia en la frontera contra inmigrantes
Hungría: Lluvia de críticas por violencia en la frontera contra inmigrantes

La intransigente política migratoria de Hungría y los incidentes violentos entre inmigrantes y fuerzas del orden en su frontera con Serbia le valieron este jueves nuevas críticas a Budapest, en particular de Grecia, que considera este comportamiento "indigno de un Estado miembro de la UE".

"El empleo de la violencia y de patrullas armadas y el envío de víctimas inocentes de la guerra a campos no desminados desde la guerra de Yugoslavia es un comportamiento indigno de un Estado miembro de la UE", dijo el portavoz del ministerio griego de Relaciones Exteriores, Konstantinos Koutras, en un comunicado.

El miércoles, la policía de Hungría respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua cuando los inmigrantes, que previamente lanzaron piedras a los agentes, forzaron la alambrada erigida en la frontera con Serbia.

Atenas fustigó también "los delirios" del gobierno húngaro, cuyo primer ministro, Viktor Orban, dijo que Grecia, uno de los principales puntos de entrada de inmigrantes en el continente, era incapaz de defender sus fronteras.

El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, denunció por su lado el miércoles de noche ante la cadena nacional RTS "el comportamiento policial brutal hacia los refugiados" en Hungría.

El dirigente instó a la Unión Europea a reaccionar, para que cesen "esta tortura y este comportamiento no europeo".

A estas críticas se añaden las del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien tachó de "inaceptable" el miércoles el trato de la policía húngara a los migrantes.

Además, Ban Ki-moon dijo estar "escandalizado de ver cómo se trata a estos refugiados y migrantes".

Por su lado, Bucarest convocó al embajador húngaro, para manifestar su "preocupación" ante la decisión de Budapest de erigir una alambrada antiinmigrantes en la frontera entre ambos países.

Interrogado sobre los cientos de refugiados bloqueados en este momento en Serbia, junto a la frontera húngara, Orban declaró al diario francés Le Figaro: "nuestra tarea es, en primer lugar, respetar nuestras obligaciones europeas y húngaras. Y luego participar en los esfuerzos internacionales para solventar la cuestión".

Por su lado, Zoran Milanovic, primer ministro de Croacia, que se ha convertido en el nuevo punto de entrada en la UE tras el cierre de la frontera serbo-húngara, dijo este jueves que "las posibilidades del país son limitadas".

Por otro lado, continúan llegando por mar a territorio griego, desde Turquía, miles de migrantes.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cifró en su último conteo esas llegadas en más de 340.000 desde el 1 de enero.

Según Djamal Zamoun, responsable del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en la isla de Lesbos, las llegadas aumentaron en las últimas 48 horas, con 3.400 personas registradas el martes y 3.200 el miércoles, cuando la semana pasada llegaron a diario entre 1.500 y 2.500 inmigrantes.

Más al sur, en la isla de Kos, las llegadas se redujeron a entre 300 y 400 diarias en los dos últimos días, frente a 800 a comienzos de mes, indicó a la AFP Roberto Mignone, coordinador de ACNUR en esta isla.

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