Mohamed Bin Salmán: Un príncipe asesino

A las 03:30 horas del 2 de octubre de 2018, un grupo de nueve oficiales saudíes arribaron a la ciudad turca de Estambul en un avión privado. En el vuelo llegaba Maher Abdulaziz Mutreb, líder de una comitiva de 15 personas cuya única tarea era desparecer al periodista saudí Jamal Khashoggi. Con Mutreb viajaban también Salah Mohammed Tubaigy, médico forense experto en descuartizamientos, y Mustafa Mohammed al-Madani, oficial de inteligencia del palacio real de Arabia Saudí, elegido por su parecido físico con la víctima.

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Khashoggi (59 años) tenía programado ir a las 13:00 horas de ese día al consulado saudí de Estambul para recoger un papel que acreditase que no estaba casado y así poder contraer nupcias con su prometida, Hatice Cengiz (36). Llegó a las 13:13 horas, acompañado de la muchacha, aunque ingresó solo a la legación para no salir más.

Un audio filtrado por Turquía revela que fue llevado a una habitación posterior de la sede. Se oye un forcejeo y, aproximadamente a las 13:39 horas, el presunto sonido de una sierra. Ese sería el momento en que Tubaigy desmiembra el cuerpo de Khashoggi. A las 15:53, las cámaras de seguridad captan a Al-Madani abandonando el consulado por la puerta trasera con las ropas del periodista. Arabia Saudí alegaría luego que se trataba de Khashoggi. Sin embargo, falló un detalle: el doble no portaba los zapatos del asesinado.

En cuestión de semanas, Arabia Saudí pasó de la negación del crimen a la aceptación. Incluso condenó a los 15 miembros del equipo con penas hasta de muerte (aunque luego fueron conmutadas y cambiadas por prisión). Pero nunca admitió la responsabilidad del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, en la trama macabra, a pesar de las acusaciones de Turquía y las evidencias recabadas por la CIA.

Las pruebas en contra de Bin Salmán, gobernante de facto del reino saudí, adquirieron peso cuando se reveló que al menos nueve de los 15 implicados habían trabajado en la Oficina del Príncipe de la Corona o eran miembros de la Guardia Real. Un reportaje del diario The New York Times mostró además que Maher Abdulaziz Mutreb era un acompañante frecuente del príncipe en sus viajes oficiales y trabajaba con Saud al-Qahtani, un consejero cercano del futuro monarca que también fue uno de los 15 implicados en el asesinato.

El Gobierno de EE.UU., que tiene a Riad como principal aliado contra Irán en el mundo árabe, tampoco había reconocido públicamente que el príncipe estuviese involucrado. Eso cambió este viernes, cuando la Casa Blanca desclasificó un informe de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI). El documento, de solo cuatro páginas, comienza con una frase lapidaria: “Concluimos que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salmán, aprobó una operación en Estambul, Turquía, para capturar o matar al periodista saudí Jamal Khashoggi”.

Los argumentos que da la ODNI fueron que, desde 2017, el príncipe tenía control total de todas las operaciones de inteligencia y seguridad del reino. Además, siete de los 15 implicados eran miembros de su escolta personal —conocida como Fuerza de Intervención Rápida (RIF, por sus siglas en inglés)—. Por lo tanto, nadie habría actuado sin su consentimiento.

Personaje incómodo

Según el documento de la ODNI, “el príncipe veía a Khashoggi como una amenaza al reino y abiertamente apoyaba el uso de medidas violentas para silenciarlo de ser necesario”. Khashoggi provenía de una familia con dinero y conexiones. Su abuelo había sido médico personal del rey Abdulaziz bin Saud, fundador del reino de Arabia Saudí; su tío era Adnan Khashoggi, importante traficante de armas y uno de los hombres más ricos del mundo en la década de los 80. Además, era primo de Dodi al-Fayet, heredero del multimillonario Mohamed Al-Fayed y pareja de la princesa Diana de Gales.

La carrera mediática de Khashoggi comenzó cubriendo las acciones de Al-Qaeda contra la invasión soviética en Afganistán. Entonces, la organización del también saudí Osama bin Laden no era considerada terrorista y Khashoggi simpatizó con el movimiento islamista. De acuerdo con un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con los años el periodista fue adquiriendo una visión más liberal, sobre todo después de la Primavera Árabe, que estalló en 2010 con manifestaciones en favor de mayor democracia y derechos civiles en el mundo musulmán.

En 2017, Bin Salmán, entonces de 31 años, fue oficializado como príncipe heredero. Aunque se presentó como un reformador que quería cambiar la dependencia saudí en el petróleo y dio mayores libertades a las mujeres, como el derecho a manejar un auto o asistir a los partidos de fútbol, también ha sido sindicado de violaciones a los derechos humanos, que incluirían persecución a activistas y represión de voces disidentes. Además, ha sido cuestionado por su intervención en la guerra de Yemen, que ha provocado —según la ONU— una de las peores hambrunas en décadas.

El mismo año que el joven príncipe adquirió poder, Khashoggi se autoexilió en EE.UU. Allí empezó a escribir columnas críticas desde el diario The Washington Post. En su primera entrega, en setiembre de 2017, denunció arrestos de personas solamente “por expresar opiniones contrarias al liderazgo del país”. Esto ha sido respaldado por el texto desclasificado por la Casa Blanca, donde se lee que la RIF “participó directamente en operaciones de represión en el reino y en el extranjero, bajo la dirección del príncipe”.

Pero la suerte de Khashoggi fue peor que un simple arresto. La pregunta es qué pasará tras la decisión de Washington de hacer público el informe de la ODNI. El presidente Joe Biden ha hablado de “recalibrar” la relación con Riad, y ha comenzado por obviar al príncipe de las conversaciones oficiales y tratar directamente con su padre, el rey Salmán bin Abdulaziz, de 85 años. Pero eso no ha significado imponer sanciones contra el heredero o arriesgarse a una ruptura de relaciones con Arabia Saudí, que después de todo es su gran aliado frente a Irán.

¿Quién es Mohamed bin Salmán, el heredero a la Corona saudí?

-Nacido el 31 de agosto de 1985, en Yeda, es el octavo hijo (séptimo varón) del rey Salmán bin Abdulaziz.

-Estudió Derecho en la Universidad Rey Saud.

-En 2009, a la edad de 24, se convirtió en asesor de su padre.

-En 2015 fue nombrado ministro de Defensa.

-En 2017, es oficializado como príncipe heredero. Se presume que es el gobernante de facto del país.

-En noviembre de 2017, ordenó el arresto de unos 200 empresarios y nobles en una cárcel dorada en el hotel Ritz de Riad bajo cargos de corrupción.

-En 2018 se casó con su prima, Sarah bint Mashour bin Abdulaziz Al Saud, con quien tiene cuatro hijos.

-Es conocido por sus lujos. Tiene una mansión de US$300 millones en Francia, es dueño del Serene, uno de los yates privados más grandes del planeta, y compró un cuadro de Da Vinci por US$450 millones.

-Se le acusa de violaciones de DD.HH., como dirigir un escuadrón de la muerte, y se responsable del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

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