Fotografía del 16 de setiembre de 2020 cedida por el gobierno de Brasil que muestra al presidente Jair Bolsonaro. (EFE/Marcos Correa/Cortesía Gobierno de Brasil).
Fotografía del 16 de setiembre de 2020 cedida por el gobierno de Brasil que muestra al presidente Jair Bolsonaro. (EFE/Marcos Correa/Cortesía Gobierno de Brasil).

Sao Paulo. [EFE]. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presenta una “óptima” evolución de la cirugía a la que se sometió este viernes para la retirada de un cálculo en la vejiga y ha iniciado una dieta oral, informaron fuentes médicas.

El jefe de Estado, de 65 años, continúa sin fiebre y utiliza un catéter que no le ha producido sangrado alguno, según el último boletín médico divulgado por el hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde el mandatario ingresó este viernes.

El procedimiento para la extracción de la piedra renal duró 1 hora y media, y fue realizado sin contratiempos. El cálculo fue totalmente retirado durante la cirugía.

El hospital, uno de los principales centros médicos de referencia del país y de administración privada, no informó sobre la previsión de alta, aunque los pacientes que son sometidos a este tipo de procedimientos suelen estar ingresados por un periodo de 48 horas.

Recientemente, Bolsonaro comentó a un grupo de seguidores que tenía el cálculo desde hacía más de cinco años y que el mismo era del tamaño de un “grano de fríjol”.

En los últimos años, el presidente brasileño ha sido sometido a cinco cirugías, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018, en medio de la campaña electoral, cuando fue atacado con un cuchillo por un hombre con trastornos mentales.

Bolsonaro fue apuñalado mientras era cargado a hombros por una multitud en un mitin electoral celebrado en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais (sureste).

El agresor fue detenido inmediatamente después del atentado contra Bolsonaro, pero fue declarado inimputable dado que el juez consideró que no tiene capacidad de responder por sus actos debido a sus problemas mentales.

En julio pasado, el líder ultraderechista, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del nuevo coronavirus, dio positivo para la COVID-19 y estuvo 20 días aislado en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, hasta superar la enfermedad.

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