Tras la masacre en una escuela de Florida, donde 17 estudiantes perdieron la vida después que Nikolas Cruz disparará con armas de diferente calibre a sus compañeros, las autoridades estadounidenses proponen la pena de muerte para el joven.
Con tan solo 19 años, Cruz se ha convertido en un asesino en serie y la fiscalía del condado Broward pretende que pague sus delitos con la pena máxima por medio de una propuesta impuesta por el fiscal Michael J. Satz.
Ante esto, la defensa de Cruz solo cuenta con 20 días para presentar cualquier documentación o estudio hecho por profesionales en donde se indique el estado de su salud mental.
A Nikolas Cruz se le otorgan los cargos por el asesinato de 17 personas en primer grado y tiene 17 cargos por intento de asesinato.