La verdadera historia detrás del rescate de 12 niños en una cueva de Tailandia

En junio del 2018, la historia de 12 pequeños junto a su entrenador que quedaron atrapados en la cueva de Tham Luang de Tailandia durante 17 días dio la vuelta al mundo, dejando a muchos preocupados por el final de este suceso.

En aquel entonces, los medios informaron que para rescatar a las 13 personas, los buzos enseñarían a los menores a bucear para poder sacarlos de la cueva, sin embargo, eso jamás paso.

El libro "The Cave", recientemente publicado y escrito por el británico Liam Cochrane, cuenta la verdadera historia de cómo los doce menores salieron con vida de la cueva.

Según narra el escritor, los niños fueron encontrados por los rescatistas, ellos ya tenían 10 días sin comer ni beber agua y sumidos en oscuridad absoluta, en una cueva donde los niveles de oxígeno bajaban rápidemanete.

"Si buceamos ahora, algunos podrían morir; pero si no buceamos, todos morirán y solo vamos a recoger 13 cuerpos", les dijo un experto a los que dirigían el rescate.

Ante ese dilema, los rescatistas llegaron a la conclusión de que sería imposible que los pequeños aprendieran a bucear en corto tiempo, además les sería casi imposible atravesar los estrechos túneles con casi nula visibilidad.

Por lo que decidieron que la opción más segura de rescatarlos era sedarlos, ponerles máscaras de oxígeno selladas con silicona y dejar que buzos expertos los salvaran.

Según el libro, para esta complicada misión se llamó a dos buceadores australianos de gran experiencia y a un anestesiólogo conocido. A pesar que ellos contaban con una gran experiencia, le pidieron al Gobierno Tailandés inmunidad diplomática por si algo salía mal.

Para el rescate, los especialistas le dijeron a los padres de los niños que ellos aprenderían a bucear para poder salir. Sin embargo, el 8 de julio, día en que inició el rescate, los socorristas pusieron su plan en marcha.

Antes de anestesiar a los menores para sacarlos de la cueva, ellos practicaron en una piscina con jóvenes de contextura similar a la de los niños.

Los primeros en salir al aire libre fueron Note, Tern, Nick y Night, quienes fueron sedados. En cada tramo para salir de la cueva, los buzos los subían a una superficie donde especialistas revisaban que sus signos vitales se encontraban bien para así continuar con su labor.

En el segundo día de rescate, se rescataron a otros cuatro niños, quedando 4 pequeños junto con su entrenador.

Al tercer día de rescate, fueron resctados el entrenador Ek, Tee, Titán, Pong y Mark. "Hicieron todo lo correcto para que pudiéramos rescatarlos", comentó Chris Jewell, uno de los socorristas. "Nunca vi un gemido o una lágrima en sus ojos. Eran jóvenes muy tranquilos, fuertes y decididos".

A pesar que todos los pequeños incluido el entrenador sobrevivieron, en esta ardua tarea de rescate, el socorrista Saman Gunan de 38 años falleció durante la misión.