Matrimonio homosexual en California busca bendición suprema
Matrimonio homosexual en California busca bendición suprema

Cinco años después de que una decisión popular despojara a los homosexuales en California del derecho a casarse, las bodas entre personas del mismo sexo esperan ahora una bendición inapelable de la Corte Suprema que legalice sus "sí quiero" hasta que la muerte los separe.

El máximo tribunal de EE.UU. escuchará el 26 de marzo los argumentos de quienes se oponen y quienes defienden la conocida como Propuesta 8, una enmienda de la constitución del estado aprobada en referéndum en noviembre de 2008 que definió el matrimonio como un enlace solo posible entre en hombre y una mujer.

El resultado de aquella votación cayó como un jarro de agua fría en la comunidad gay que apenas 6 meses antes festejaba la decisión del Tribunal Superior de Justicia de California cuyos magistrados les habían autorizado a pasar por el altar al considerar que prohibirlo era discriminatorio.

Entre mayo y noviembre de ese año 18.000 parejas del mismo sexo se juraron amor eterno en ese estado entre la emoción del momento, soñado por muchos, y el temor de que esa victoria legal fuera pasajera, como así fue.

Del afecto de las nupcias se pasó de nuevo en 2009 a la frialdad de los juzgados donde las lesbianas Kristin Perry y Sandra Stier, y los homosexuales Paul Katami y Jeffrey Zarrillo, desafiaron la Propuesta 8 por entender que les negaba derechos por cuestión de sexo.

Un tribunal federal les dio la razón al año siguiente, una decisión que los impulsores de la reforma legal recurrieron. La Corte de Apelaciones ratificó el fallo en 2012 y los grupos que defienden el concepto tradicional del matrimonio se vieron obligados a pedir el amparo del Supremo.