El drama de los militares venezolanos desertores por sobrevivir en países ajenos
El drama de los militares venezolanos desertores por sobrevivir en países ajenos

Fueron recibidos por tres presidentes extranjeros como héroes de la patria que habían logrado romper el y se sumaron a los más de 50 países que reconocen a como mandatario interino de Venezuela y juraron lealtad al Gobierno que encarna.

Poco se volvió a saber de ellos hasta que aparecieron tras la reja de uno de los albergues donde están confinados para denunciar el olvido en el que se encontraban. No habían podido hablar con sus familiares, no tenían dinero y se sentían abandonados a su suerte. 

Unos 1100 miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas han cruzado la frontera, junto a cerca de 500 familiares. La inmensa mayoría ha llegado a Cúcuta, la ciudad con la segunda mayor tasa de desempleo de Colombia.

“Nos iban a entregar una colchoneta, una sábana, 350 mil pesos (110 dólares) y un mapa”, alegó un sargento desertor. El Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) trató a los desertores como a los otros solicitantes de asilo de entre los más de 1,2 millones de venezolanos que han cruzado a Colombia y les dio alojamiento y después tres días para dejar el albergue con cien dólares, una colchoneta y un mapa con el que buscarse la vida. 

La deserción masiva de militares chavistas, nunca llegó pese a los esfuerzos de Guaidó. O no la de la cúpula militar. La estrategia se encontró con un muro de miedo al interior de las Fuerzas Armadas Bolivarianas: espionaje, presiones, castigos y represalias contra las familias de los soldados que abandonan son un recurso habitual para mantener las filas. Las imágenes de los militares quejándose del trato recibido esta semana han hecho el resto.

El Ejército venezolano cuenta con entre 136000 y 140000 efectivos, una cifra relativamente baja en comparación con los más de 33.000 de Colombia. Sin embargo, desde el año 2012 se ha producido un lento y silencioso abandono de la tropa hacia la vida civil en contraste con el aumento de generales, alrededor de 1100.

Habría unos 500 militares desertores en Colombia, sin contar miembros de otros cuerpos de seguridad, y calcula que otros 4000 no habrían salido de Venezuela. El perfil del desertor es un soldado joven, con un salario de ocho dólares al mes, sin familia y que estaba destinado a zonas fronterizas.