GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Brittany Maynard ha conmocionado a Estados Unidos. La joven de Portland, que no hace mucho corría varios maratones, y pasó varios años viajando por el sureste asiático, escalando incluso el monte Kilimanjaro en Tanzania, fue diagnosticada con un astrocitoma de grado dos, una forma severa de tumor cerebral.

Se lo dijeron el pasado 1 de enero, recién casada. Le dieron 10 años de vida. Los doctores le dijeron que viviría unos 10 años. "Cuando tienes 29 años y te dicen que tienes una especie de línea de tiempo (que cumplir), de todos modos se siente como que vas a morir mañana" explica ella.

Ahora, a pesar de haber pasado por cirugía, su pronóstico tomó un dramático giro meses después: el cáncer progresó hacia un glioblastoma multiforme (GBM) de nivel 4, la forma más mortífera de cáncer.

Entonces los doctores le redujeron su esperanza de vida hasta 14 meses, muerte que sería lenta y dolorosa mientras el tumor avanzaba, causando dolores de cabeza, nausea, vómito, debilidad y desmayos.

Desde 1997 se aprobó una ley en Portland que permite morir con dignidad. Desde entonces, 752 personas la han utilizado para terminar con sus vidas mediante prescripción médica.

Brittany decidió en ese momento que no quería morir así y eligió utilizar medicina prescrita por su doctor para terminar con su vida el próximo 1 de noviembre, dos días después del cumpleaños de su marido, para así morir "con dignidad".

"No hay una sóla célula en mi cuerpo que sea suicida o que quiera morir", declaró la mujer a la revista PEOPLE. "Quiero vivir. Ojalá hubiera un cura para mi enfermedad pero no la hay", matiza.

Brittany unió fuerzas con una organización llamada Compassion and Choices, la cual defiende la eutanasia. Ella afirma que pasará este último mes peleando para que otros tengan también derecho a morir de una forma digna. "Tener la opción de escoger cómo irte con dignidad es menos aterrador", afirma.

Brittany y toda su familia se mudaron a Portland después de que le dieran su diagnóstico.

TAGS RELACIONADOS