​Nicolás Maduro asume nuevo mandato en medio del rechazo internacional
​Nicolás Maduro asume nuevo mandato en medio del rechazo internacional

Ilegítimo, usurpación, dictadura. Estos fueron los términos que más se utilizaron en los países miembros del Grupo de Lima, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EE.UU.) para describir la actual coyuntura de , en cuya capital, Caracas,  asumió un segundo mandato de seis años, pese a que el propio Congreso de ese país no lo reconoce.

El cuestionado jefe de Estado juró ayer al cargo para el periodo 2019-2025 en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista), en una ceremonia a la que solo asistieron cuatro presidentes de Latinoamérica: Evo Morales, de Bolivia; Miguel Díaz-Canel, de Cuba; Daniel Ortega, de Nicaragua; y Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador.

También estuvo presente el encargado de negocios de la Embajada de México, Juan Manuel Nungaray; y el de Uruguay, José Luis Remedi, así como el vicepresidente del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de Rusia, Ilyas Umakhanov, y el ministro de Agricultura de China, Han Changfu.

Aunque el artículo 231 de la Constitución venezolana dispone que este acto se debe desarrollar en el Parlamento, Maduro Moros juró en el TSJ -una alternativa que el mismo apartado de la Carta Magna establece “por cualquier motivo sobrevenido”-, debido al rechazo expresado por el Legislativo.

La Asamblea Nacional de Venezuela -es decir, el Congreso de mayoría opositora- declaró ilegítima la reelección en cuestión debido a que la Asamblea Constituyente, un órgano oficialista, adelantó los comicios y a que en ellos que no participaron sus principales adversarios políticos, puesto que se encuentran inhabilitados o hasta encarcelados.

LLAMADO A FF.AA.

Fue precisamente el Parlamento el que, luego de la toma de posesión, invocó a las Fuerzas Armadas (FF.AA.) de ese país a desconocer a Nicolás Maduro, al que califican como un “usurpador”.

“Hacemos un llamado (...) a esa enorme mayoría de soldados y oficiales, que portan con honor su uniforme y no se han dejado corromper (...) para que den un paso al frente: se debe desconocer lo que no fue producto del voto popular”, dijo el presidente del Congreso, Juan Guaidó, en una conferencia de prensa.

El opositor aseguró que dicha nación se encuentra ahora bajo una “dictadura” y, por ello, enfatizó que necesitan hoy al “pueblo en las calles”.

Guaidó advirtió que, como señala la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los actos de una autoridad usurpada son nulos. “A todos los militares que colaboraron con este régimen es hora de que dejen de hacerlo”, agregó el legislador.

OLA DE RECHAZO

La primera manifestación concreta del malestar regional fue la de Paraguay, que rompió relaciones diplomáticas con Venezuela.

La Organización de Estados Americanos (OEA), por su parte, rechazó también el nuevo mandato.

Mediante una resolución, aprobada por 19 votos a favor, seis en contra, ocho abstenciones y una ausencia, declara “la ilegitimidad del nuevo periodo de Nicolás Maduro, que se inició el 10 de enero”.

La medida “hace un llamamiento para la realización de nuevas elecciones presidenciales con todas las garantías necesarias para un proceso libre, justo, transparente y legítimo”.

A su turno, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, celebró la decisión en su cuenta de Twitter.

“Saludamos el compromiso de los países de las Américas desconociendo al ilegítimo régimen de Nicolás Maduro. El pueblo de Venezuela no está solo, seguimos trabajando por recuperar la democracia, los derechos y libertades de todos”, escribió Almagro.

Entre los países que votaron a favor estuvieron Perú, Argentina, Estados Unidos, Colombia, Chile, Ecuador, Canadá, Paraguay y Brasil.

Venezuela, Nicaragua, Bolivia y algunos países del Caribe votaron en contra y entre los países que se abstuvieron estuvo México.

Antes del inicio de la votación, el representante alterno de Venezuela en la OEA, Samuel Moncada, pidió la palabra para expresar que no reconocería ninguna decisión adoptada.

En la misma línea, la Unión Europea lamentó la investidura de Nicolás Maduro. “Las elecciones presidenciales celebradas el pasado mayo en Venezuela no fueron ni libres ni justas. Sus resultados carecieron de credibilidad, ya que el proceso electoral no proporcionó las garantías necesarias para la celebración de elecciones integradoras y democráticas”, expresó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en un comunicado.

Para la UE, esto aleja “aún más” la posibilidad de una solución constitucional negociada, a medida que “sigue degradándose la situación política, económica y social”, y “aumentan los estragos de la crisis sobre la estabilidad de la región”.

Mogherini instó, asimismo, al mandatario venezolano a reconocer y respetar la función y la independencia de la Asamblea Nacional, “como institución elegida democráticamente” y a liberar a todos los presos políticos.

Estados Unidos tampoco fue ajeno a esta situación, pues mediante el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, afirmó que aumentará la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro.

“Estados Unidos no reconocerá la toma de posesión ilegítima de la dictadura de Maduro. Seguiremos aumentando la presión sobre el régimen corrupto, apoyando a la democrática Asamblea Nacional y pidiendo democracia y libertad en Venezuela”, escribió en su Twitter.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, fue por su parte muy severo en sus críticas.

“La investidura del dictador Maduro es una farsa. Estados Unidos no reconoce los resultados ilegítimos de una elección que fue robada. Vamos a seguir estando junto al pueblo de Venezuela y en contra del régimen corrupto de Maduro, hasta que la democracia y la libertad prevalezcan en Venezuela”, manifestó en la misma red social.

PIDE CUMBRE

En su discurso de investidura, y rodeado de altos funcionarios de su gobierno, Nicolás Maduro demandó respeto al resto de países. “Unión Europea, detente, no vengas con tu viejo colonialismo, no vengas con tus viejas agresiones”, exclamó el gobernante, a modo de ejemplo.

En ese sentido, reiteró su llamado a organizar una cumbre de mandatarios de América Latina y el Caribe para debatir la situación de Venezuela.

“He propuesto en varias oportunidades que se convoque una cumbre para discutir con agenda abierta todos los temas que haya que discutir, cara a cara (...) ¡Ratifico hoy mi propuesta, lanzo el reto!”, clamó en la ceremonia.

Añadió que incluso busca encontrarse con el presidente de Colombia, Iván Duque -uno de sus principales críticos- para hablar de la república bolivariana. “Yo creo que nos tienen miedo”, ironizó.

Maduro acusó de esta situación a la oposición venezolana, calificándola de “fascista”, de “infectar“a la derecha latinoamericana y caribeña”.

En ese sentido, mencionó al flamante gobernante brasileño Jair Bolsonaro, a quien también tildó de “fascista”.

“Venezuela es el centro de una guerra mundial del imperialismo norteamericano y sus gobiernos satélites”, puntualizó Maduro.

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