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El alza de los precios en el servicio de transporte del metro de Santiago y las consecuentes protestas violentas de alumnos de colegio desembocaron en el mayor estallido social en  desde el término de la dictadura de Augusto Pinochet.

Las protestas violentas que han originado caos social, muertes y detenciones son la expresión del hartazgo de la sociedad chilena frente a la situación de desigualdad que el gobierno de Sebastián Piñera no se esfuerza en cambiar.

Precisamente, esa desigualdad se puede verificar en cifras. La última edición del informe Panorama Social de América Latina elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicó que el 1% más adinerado del país se quedó con el 26,5% de la riqueza en 2017, frente a solo un 2,1% que se distribuyó entre los hogares con menores ingresos.

Los chilenos salieron a marchar en Santiago y otras ciudades para expresar sus demandas sociales.

Asimismo, el sueldo mínimo mensual en Chile es de 301.000 pesos (US$423). Y sin embargo, un dato alarmante radica en que, según el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, la mitad de los trabajadores en ese país recibe un sueldo igual o inferior a 400.000 pesos (US$562) al mes.

Los manifestantes sostienen que un alza en el pasaje del metro es inadmisible, sobre todo porque el transporte público en Chile es uno de los más caros en función al ingreso medio. Un reciente estudio de la Universidad Diego Portales recalca que esta nación es la novena más cara, entre un total de 56 países.

Solo en transportarse, las familias de bajos recursos gastan aproximadamente el 30% de su sueldo, mientras que los más ricos tienen un gasto menor al 2%.

La reacción de la ciudadanía ha llevado al presidente Piñera a suspender el alza del precio del metro.

Los expertos explican el descontento social

El académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio, recalca que al problema del transporte se suma el incremento en el costo de la luz, del agua y a la crisis en el sistema público de salud. Otro de las causas del descontento social se encuentra en la discusión de una reforma en el sistema de pensiones, que es cuestionado con frecuencia.

Los gobiernos de turno han ignorado estas condiciones de vida que tiene que aguantar una gran parte de la población.

"Este es ciertamente un problema estructural del sistema socioeconómico chileno. No es un misterio que Chile es un país muy desigual a pesar de que hay mucho menos pobreza que antes", explicó a BBC Mundo Cristóbal Bellolio, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.

"La situación de aquellos que salen de la pobreza sigue siendo muy vulnerable y se percibe que hay una clase de ricos que tiene todas las herramientas para saltarse las reglas", agregó.

Una clase media que vive en la desesperación

El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, indica que el surgimiento de la clase media ha ido en aumento, pero que le cuesta lidiar con esta forma de vida.

"Hubo un gran crecimiento de la clase media pero es una clase media precarizada, que tiene bajas pensiones, altos niveles de deuda, que vive mucho del crédito y que tiene sueldos muy bajos. Es una situación donde el día a día es precario, que vive con incertidumbre", dijo a BBC Mundo.

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