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Hasta hace solo unas horas Francia aún registraba a uno de sus ciudadanos como secuestrado por algún grupo terrorista en el mundo. Se trataba de Sophie Pétronin, cautiva desde diciembre del 2016 en Mali por el grupo Al Qaeda, quien ha quedado en libertad gracias a un proceso de paz entre el gobierno del país africano y la organización yihadista.
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Los medios franceses pudieron captar el emotivo encuentro entre la trabajadora humanitaria de 75 años y su hijo Sebastien Chadaud-Pétronin, luego de que la mujer descendiera del avión que la trasladó hasta Bamako, capital de Mali.
Poco después, otra aeronave la trasladó hacia una base militar cerca de París, donde fue recibida por el presidente francés Emmanuel Macron y otros familiares de Pétronin.
“Te traje mucho dolor, problemas, mucho trabajo para ayudarte. Así que, de verdad, te pido que me perdones, es todo lo que quiero”, dijo la mujer poco antes de confesar su deseo de retomar su trabajo en el campo humanitario.
“Mi plan es descansar, tomar un poco de magnesio, un poco de calcio, y un poco de fósforo para reforzar mi materia gris (...) Ese es el primer paso, tengo que volver a estar en forma. Luego volveré a doblar mis mangas y regresaré al trabajo”, agregó según un reporte de la agencia de noticias AP.
Pétronin, nacida el 7 de julio de 1945 en Burdeos, se formó como asistenta de laboratorio para luego especializarse en desnutrición y medicina tropical. En 1996 realizó su primera visita a Gao, una ciudad al noreste de Mali, a orillas del río Níger.
En el 2001 terminó estableciéndose en esa zona y tres años más tarde fundó la ONG “Association d’Aide à Gao” (Asociación de Ayuda a Gao), dedicada a atender a niños con desnutrición, un mal que aún por estos tiempos sigue golpeando ferozmente al pobre país africano con una tasa del 26% de los niños en condición de desnutrición según Unicef.
En el 2012, tras el golpe de estado contra el presidente Amadou Toumani Touré y el sismo social desatado en el país con la aparición de grupos rebeldes, Pétronin estuvo ante la primera amenaza de secuestro. En aquella oportunidad, la trabajadora humanitaria se refugiaba en el consulado de Argelia y logró escapar por la puerta trasera de la toma de la sede diplomática perpetrada por rebeldes tuareg.
Disfrazada y apoyada por una familia local, la francesa atravesó el desierto para salir del país. Sin embargo, eso no impidió que un año más tarde regresara a Mali para continuar con su misión frente a la infancia.
Fue precisamente en medio de este trabajo que en diciembre del 2016, en vísperas de Navidad, cayó en manos de una célula de Al Qaeda que atacó la zona. Pasaron cerca de ocho meses para saber que seguía viva, gracias a un video difundido por los yihadistas donde se le veía junto a otros cinco rehenes secuestrados entre el 2011 y el 2017, tanto en Mali como en Burkina Fasso.
Pétronin volvió a aparecer en una nueva filmación difundida en marzo del 2018 y posteriormente en otro video grabado en junio del mismo año. En esta última grabación, la mujer se dirige a su hijo expresando su deseo de volver a verlo, para luego confirmar la supuesta fecha de la grabación mencionando al presidente Macron.
Un nuevo video, difundido en noviembre del 2018, mostraba una foto de Pétronin. Tras este último material audiovisual, su hijo decide viajar a Mali para acelerar los procesos de negociación entre el gobierno y los terroristas, con la esperanza de liberar a su madre.
“El señor Macron tiene derecho a sacrificar a un rehén en su calidad de jefe de los ejércitos, pero el sacrificio es el resultado de una negativa a negociar. Entonces, él también tiene un deber de transparencia, y creo que en una situación de emergencia, donde todos tenemos miedo de que (mi madre) esté muriendo, si hay una negativa a negociar, es el momento para actuar”, dijo en aquella oportunidad Sebastien Chadaud-Pétronin.
El pedido de Sebastien fue apoyado por la exsenadora colombiana Ingrid Betancourt, quien estuvo secuestrada por las FARC entre el 2002 y el 2008, y recordó el papel fundamental que jugó el exmandatario Nicolás Sarkozy para lograr su liberación.
La presión sobre el gobierno de Macron, especialmente sobre la Cancillería Francesa, continuaron por parte de la familia de Pétronin hasta que finalmente el jueves 8 de octubre las partes acordaron un intercambio de prisioneros. El Gobierno de Mali accedió a liberar entre el domingo y el martes de esta semana a 200 yihadistas o sospechosos de serlo. A cambio, los extremistas hicieran lo propio con Pétronin, el político maliense Soumaila Cissé, un sacerdote y un joven, estos dos últimos italianos.
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