Una calesa tirada por seis caballos, pétalos de rosas lanzados desde un helicóptero, música de fondo de la película "El Padrino": el ostentoso funeral de un jefe local mafioso el jueves en Roma no pasó desapercibido, para disgusto de las autoridades italianas.
Era considerado como el jefe del clan de los Casamonica, de origen sinti, presente principalmente en las afueras del sur de Roma y sospecho de fraude, extorsión, tráfico de drogas.
Aunque fue arrestado en varias ocasiones, nunca llegó a ser condenado.
"Vittorio Casamonica, rey de Roma", proclamaba un cartel a la entrada de la iglesia donde tuvo lugar el funeral en el este de la capital.
El ministro del Interior, Angelino Alfano, y el alcalde de Roma, Ignazio Marino, exigieron explicaciones al Prefecto, que por el momento se refirió a "una falla en el sistema".
El cura que presidió la ceremonia aseguró a la prensa que no estaba al tanto del pasado del difunto ni de la decoración prevista por sus allegados.