Se graduó de médico a los 42 años para tratar enfermedad de su hija
Se graduó de médico a los 42 años para tratar enfermedad de su hija

Miguel Ángel Orquín es todo un padre coraje. Lo dejó todo para estudiar medicina y ahora se acaba de graduar en la Universidad de Valencia. Todo este esfuerzo lo ha logrado con el objetivo de tratar a su hija Mara, que tiene una enfermedad rara.

Orquín fungía como operario textil. Decidió cambiar de profesión porque quiere estudiar la enfermedad rara  que padece su hija, quien habla poco y sufre ataques de epilepsia, autismo y un trastorno obsesivo e intelectual. Su esposa Natalia y su hijo Joan, de ocho años, fueron algunos de los invitados de honor en el Palau de la Música de Valencia, donde se llevó a cabo la ceremonia de graduación de más de 200 estudiantes de medicina.

Mara, la pequeña que tardó nueve meses en esbozar su primera sonrisa, no pudo asistir. "No puede estar más de media hora en un sitio cerrado lleno de gente. Se agobia y se pone a gritar". Por eso, al acabar el acto, sus compañeros se fueron de fiesta y él a su casa. “Sólo quería una cosa: abrazar a Mara”, dijo Orquín al periódico El Mundo, de España.

Miguel Ángel entró en 2009 a la Facultad de Medicina y Odontología de Valencia. "Tenía 36 años cuando empecé la carrera y estaba rodeado de chicos de 18 años. Es otra generación, me encontraba al principio desplazado, pero he ido sacando curso por año y he hecho buenos amigos", contó. Encontrar las respuestas que ningún especialista le había podido dar sobre la enfermedad de su hija es su mayor motivación. "Mientras avanzaba en las clases iba encontrando cómo se originó y cuál fue la razón por la que se produjo esa duplicación cromosómica. En segundo año descubrí las alteraciones a nivel metabólico que le afectan".

Además de ser un estudiante destacado, Orquín se propuso incentivar el estudio científico de las enfermedades raras. En 2011 fue el organizador de un congreso sobre el Idic15, en Filadelfia, y al año siguiente en Minneapolis. Más adelante, creó la Fundación Idic15 para mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad y enseñar a las familias cómo vivir con ella. Empezaron con cuatro familias y ahora ya son 50. En España hay 40 niños diagnosticados.

Su asociación ya lleva recaudados 19.000 euros que destina a la investigación en Estados Unidos. Uno de los objetivos que más desea lograr y facilitar es el diagnóstico de este tipo de enfermedades, que puede tardar años. En el caso de Mara los primeros síntomas se presentaron en los primeros meses de nacida, cuando no succionaba bien la leche materna y no respondía a ningún estímulo. No se entretenía con ningún objeto ni podían conectar visualmente con ella. "Simplemente no existíamos para ella", dice Natalia, su madre.

A los seis meses acudieron a consulta con el pediatra porque la niña se atragantaba al comer con frecuencia. Les dijeron que podía tener parálisis cerebral, pero tras una resonancia la descartaron. Mara fue sometida a terapias increíbles, incluso fue llevada a brujos y curanderos. Después de varios meses por fin llegó el diagnóstico correcto.

Con información de El Mundo y El Espectador 

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