GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

En mayo último, la recuperación de la economía ha sido muy débil y a un ritmo muy alejado de lo que se necesita para alcanzar a fin de año al menos las cifras estimadas. Luego del contrasuelazo de abril, en que el Producto Bruto Interno (PBI) “creció” apenas 0.02%, en el quinto mes del año el alza fue de apenas 0.63%, muy por debajo de lo esperado, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Ayer en Correo hemos informado que este débil repunte de mayo es producto de la caída de sectores importantes, como pesca (-26.79%), manufactura primaria (-18.65%), minería e hidrocarburos (-1.54%) y construcción (-0.3%), todo lo cual ha motivado que no lleguemos ni al 1.2% que se esperaba, una cifra de por sí baja si es que se espera llegar a 3% a fin de año, luego de algunos “sinceramientos” con tendencias a la baja.

Queda claro que si el presidente Martín Vizcarra quiere dejar Palacio de Gobierno por la puerta grande dentro de dos años, tendrá que tomar medidas audaces, más allá de las reformas políticas y los enfrentamientos con el Congreso que parecen ocupar la atención de la actual administración, que no se esfuerza en promover la inversión privada, que es a fin de cuentas la que podría apuntalar la recuperación de una economía que no va bien.

Contra lo que cree la izquierda, en el Perú no podrá haber mejor educación pública, hospitales estatales equipados, aumentos de sueldos para profesores, médicos y enfermeras, y capacidad para atender emergencias climáticas como inundaciones o heladas en el sur del país, si no hay inversión que deje recursos en las arcas públicas. ¿O es que siguen pensando que acá la plata se hace por resolución ministerial o ley del Congreso?

La pobreza solo podrá ser combatida con una economía sólida, y no con una que va de tumbo en tumbo y bordeando el cero. Tampoco existirá el tan ansiado repunte del PBI si tenemos un gobierno débil y una izquierda que sabotea, como en el caso de la minería, la inversión que genera empleo y riqueza. El Gobierno debe mirar más las cifras, antes que los asuntos que hacen ruido pero poco aportan a lo que es realmente importante para el Perú y los bolsillos de todos.