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La situación del exalcalde de Lima Luis Castañeda Lossio no es nada sencilla, pues Leo Pinheiro, el encarcelado exdirectivo de la constructora OAS, ha dicho en Brasil a fiscales peruanos que a través de Martín Bustamante, hombre de extrema confianza del líder de Solidaridad Nacional (SN), entregó 100 mil dólares para la campaña que llevó al exburgomaestre a ganar los comicios del 2014 y ocupar el cargo hasta diciembre del año pasado.

Esta noticia se conoció el viernes por la tarde y hasta ayer por la noche Castañeda seguía haciendo honor a su apelativo de “mudo”, pues no había salido a decir una palabra ante semejante denuncia. La única reacción fue la de Bustamante, quien el sábado pidió licencia y dejó temporalmente su cargo de teniente alcalde del distrito de Miraflores, horas después de que el alcalde Luis Molina renunciara a SN.

En realidad, los nexos entre OAS y Castañeda no son nuevos. Años atrás se conocieron conversaciones entre la exgerente de Promoción de la Inversión Privada de la Municipalidad de Lima, Giselle Zegarra, y el propio Pinheiro. En el diálogo por WhatsApp, se negocia la cancelación del proyecto Río Verde. Este diálogo se habría dado luego de la campaña electoral de SN que, ahora sabemos, fue en parte financiada por el corruptor detenido en su país.

La Fiscalía tiene mucho trabajo tras esta revelación. Hay que tener en cuenta que Castañeda recibió dinero no declarado de un contratista de la Municipalidad de Lima. La misma severidad que se ha aplicado solo en las últimas semanas contra la exalcaldesa Susana Villarán y, si vamos más allá, desde hace mucho contra Keiko Fujimori -quien nunca ha sido funcionaria pública con iniciativa de gasto-, hay que exigirla también con quien fuera tres veces alcalde de la capital.

La mirada de los fiscales debería apuntar también al entorno de Castañeda, pues como lo he señalado en el caso de Villarán, un burgomaestre no podría haber actuado solo al momento de tomar decisiones a favor de quienes les han entregado dinero para sus oscuras campañas. El brazo de la justicia tiene que alcanzar a todos los que se vendieron al poder corruptor de aquellos que soltaban dinero para, obviamente, beneficiarse más adelante.