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Dos accidentes automovilísticos en el centro del país han dejado como saldo 19 muertos hace pocas horas. El hecho deja en evidencia el mal estado de las carreteras y la falta de control en las vías, responsabilidad del Estado.

En la carretera Ayacucho-Huancayo una camioneta con siete ocupantes cayó al abismo y fallecieron seis personas. Pese a la promesa del expresidente Ollanta Humala de culminar la Longitudinal de la Sierra, mejorando el tramo Ayacucho-Huancayo, esta no se cumplió. He viajado por esa ruta departamental en muchas oportunidades y puedo decir que es una de las más peligrosas del país. En gran parte de la vía, la pista es de un carril y muy angosta. Los vehículos transcurren con el cerro y el abismo a los costados. He visto camiones y buses, que, al momento de voltear en una curva, dejan una llanta posterior en el aire. Y ante el encuentro entre un camión y un auto en plena carretera, el más liviano tiene que retroceder hasta encontrar un espacio en el que estacionarse. Muchas veces la marcha atrás ha terminado en una caída al río Mantaro. Viajar por esta carretera es todo un riesgo.

En la carretera Huanta-San Francisco, en Ayacucho, la cosa fue peor. Murieron 13 personas, la mayoría viajaba en la tolva de una camioneta, algo que está prohibido y sancionado. Sin embargo, en estas vías rurales hay poco control. Es frecuente que, para trasladarse a diversos centros poblados del país, las personas suban a la tolva de camiones y camionetas para cumplir con su cometido. ¿Y las autoridades? Parece que no le prestan mucho interés a esta problemática.

Se nota la incapacidad técnica del Ejecutivo, gobernadores regionales y alcaldes para abordar con rigor estos problemas. Falta un plan global.

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