Don José de San Martín procedente de Chile en su indoblegable propósito de lograr una América independiente se dirigió hacia el Perú. El Libertador no podía ingresar en Lima que se hallaba aún bajo dominio realista por lo que tuvo que embarcarse en Paracas hacia el norte, llegando hasta la histórica Huaura. Hallándose en esa emblemática ciudad del denominado norte chico del país, subió al histórico balcón y fue allí que pronunció el primer grito de la independencia del Perú en la tarde del lunes 27 de noviembre de 1820 por lo que el Balcón de Huaura es el sello partero de nuestra libertad. Se conserva intacto y la casa que lo muestra imponente en su frontis, fue montada por el propio San Martín como Cuartel General del Ejército Libertador del Perú. Fue en ese episódico lugar de nuestra historia que el Libertador, un día como ayer, el 12 de febrero de 1821, hace 200 años, emitió el Reglamento Provisional del Perú, que es considerado el primer instrumento jurídico de la historia del Estado peruano, siendo incluso anterior a nuestra primera Constitución Política (1823). Para el derecho constitucional nacional, entonces, constituye un punto de quiebre en la historia del derecho político de nuestro país en el alba de su vida independiente, pues se crea el primer texto del derecho que ha sido considerado la primera conciencia jurídica de una sociedad nacional que se alistaba a organizar su destino político sin depender de la Corona española. Había precedido a la dación del Reglamento el motín de Aznapuquio (29 de enero) contra el virrey Pezuela, considerado el primer golpe de Estado en el proceso del Perú inicial, y le siguió, la conferencia de Punchauca (2 de junio) entre San Martín y el virrey La Serna, para consumar finalmente, la proclamación de la independencia, el 28 de julio de 1821. En su texto, el Reglamento define el carácter territorial del país naciente, y proclama la voluntad general de los pueblos, base jurídica, junto al uti possidetis, de la constitución de los Estados en el siglo XIX. Por su enorme legado, el Reglamento Provisional de 1821, al cumplir su bicentenario de existencia histórico-jurídica, debería ser incorporado en la currícula escolar.