El viernes último el Poder Judicial ha dispuesto que la exprimera dama, Nadine Hererdia, cumpla arresto domiciliario durante dos años, mientras es investigada por el Ministerio Público por el caso Gasoducto. Su situación es complicada al igual que la de su esposo, el expresidente Ollanta Humala.

La triste situación judicial de estos personajes que en un momento se promocionaban como los plus ultra de la honestidad y de la “nueva forma” de hacer política en el Perú, debería ser seguida con mucha atención por todos aquellos que se alistan a salir a pedir el voto de los peruanos en las próximas elecciones, o por quienes hoy ocupan un cargo público.Vean en los Humala-Heredia cómo podrían acabar. Vean también la situación de todos los presidentes que hemos tenido en las últimas tres décadas, incluyendo al actual mandatario, Martín Vizcarra, quien tras su amistad con Richard Cisneros y la difusión de los audios del escándalo, tendrá que pasar mucho tiempo bajo investigaciones y procesos.

Luego de tantas decepciones, el país necesita dar un giro sobre la idoneidad de muchas de sus autoridades. Las elecciones de abril próximo son una buena oportunidad para que eso suceda.