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La desgracia siempre acecha y los creyentes rezamos para que no nos toque. Traigo a esta columna la que ocurrió la noche del 29 de marzo de 1956 a la Familia Real española, cuando murió accidentalmente el infante Alfonso de Borbón -tío carnal del rey Felipe VI y hermano del rey Emérito Juan Carlos I-, a propósito de la que acaba de sucederle a un adolescente al interior de un colegio en Lima, también en forma accidental y -como a Alfonso- por un disparo con pistola. Lo voy a contar. Alfonso -quien había nacido en Roma (1941) y cuyo nombre completo fue Alfonso Cristino Teresa Ángelo Francisco de Asís y Todos los Santos de Borbón y Borbón (1941-1956)- tenía 14 años de edad al momento de su trágico fallecimiento. Era hijo menor de Juan de Borbón, conde de Barcelona, quien por mantener una frontal relación con Francisco Franco -gobernante de España luego de la Guerra Civil (1936-1939) hasta su muerte (1975)- tuvo que exiliarse en Italia. Como Alfonso, sus hermanos mayores, los infantes Juan Carlos y Margarita, también nacieron en Roma. Solo Pilar, la hermana primogénita, nació en Cannes (Francia). Alfonso -quien llevaba el nombre de pila de su abuelo, el rey Alfonso XIII- y su hermano Juan Carlos estudiaron en España cuando niños y adolescentes. Franco lo quería. Cuando se hallaban en Madrid, realizaron un viaje de vacaciones hacia Estoril (Portugal), donde residían exiliados sus padres y sus hermanas. Era un Jueves Santo en que jugando en el segundo piso de la residencia se produjo el disparo involuntario de Juan Carlos. Alfonso fue enterrado luego de dos días y 36 años después, en 1992, sus restos fueron trasladados a España a pedido de su anciano padre, cuando Juan Carlos era rey. Entonces, fue enterrado definitivamente en el Panteón de Infantes del Monasterio de El Escorial. Pudo haber descuido pero nunca dolo. Fue un accidente y por eso Juan Carlos jamás fue enviado a ningún reformatorio. En nuestro país, el caso del menor que disparó fortuitamente y produjo la muerte de su compañero acaba de tener un feliz desenlace. Luego de ser internado en Maranguita, ha sido puesto en libertad. Así ha primado el criterio jurídico, por tratarse de un acto involuntario.