Si algo va dejando claro esta etapa previa a los comicios generales es que quien salga elegido como presidente del Perú no tendrá mayoría en el Congreso, y que para hacer viable su administración tendrá que concertar a fin de lograr una mayoría que permita sacar adelante este país que atraviesa.

El próximo Congreso sin duda estará fraccionado en al menos cinco o seis bancadas, número que con el paso de los meses o años podría incluso duplicarse. Por eso, si no hay liderazgo desde el Poder Ejecutivo con el oficialismo para tender puentes y lograr acuerdos, el país se puede hacer inmanejable.

La crisis sanitaria y económica no permite que esta vez el Congreso y el Ejecutivo vivan enfrentados, y tampoco que dentro del Legislativo el enfrentamiento sea cosa de todos los días mientras los verdaderos problemas del país no son atendidos con la rapidez y eficiencia que reclama el ciudadano.

Los que se perfilen como ganadores, deberían tener muy en cuenta todo esto. Desde hoy deberían saber que su primera tarea desde luego de las elecciones debe ser el tender puentes y formar alianzas por la gobernabilidad.