En estos días los peruanos sonríen por la clasificación de la selección a los cuartos de final de la Copa América Chile 2015. Pero, el peor de los triunfalismos que he escuchado sobre este equipo -que juega más a defenderse como pueda que a mostrar algo más estilizado-, es que está entre los mejores ocho equipos del torneo, como si esto fuera un gran mérito en un campeonato con 12 países.

Se han ido de Chile los peores equipos, ninguno cuya selección haya sido la decepción de la primera ronda: México con un equipo B (el que le empató a Perú en Lima 1-1), Ecuador que hace varias copas que no pasa de la fase inicial, Jamaica que solo huele a reggae y Venezuela, cuya alza futbolística todavía no le da un lugar para ser favorito en los partidos.

Pero esta es la selección nacional que ha pasado de fase en segundo lugar con el único mérito de ganarle a Venezuela (1-0) con 10 jugadores y metido en su cancha (lo de Colombia fue discreto). Y ahí están los periódicos deportivos vendiendo el humo apestoso de siempre, de que tenemos un equipazo con miras a las eliminatorias del próximo mundial. Fútbol mediocre el que exhibimos.

¿Por qué creen que Gareca ha sido elegido el mejor técnico de la Copa América? A parte de ser argentino, considero que la prensa deportiva internacional -que debe ser otra vende humo- veía a Perú como la cenicienta del evento futbolístico más importante de esta parte del continente. Así que una clasificación a cuartos de final de la blanquirroja -lo que para otros equipos se da por hecho sin jugar- es un acontecimiento casi sideral.

Ahora nos toca Bolivia y los peruanitos agrandados creen que jugarán con el Bajo Perú del imperio de los incas. Comienzan los memes xenófobos de algunos acomplejados que se creen más que los vecinos del país altiplánico, de que la historia nos respalda y que los muchachos de Gareca la tienen más fácil. A pisar tierra que la pasada Copa América quedamos terceros y solo vimos el mundial por televisión.