No criticaré a Abimael Guzmán porque respeto a los muertos. Más bien, reproduzco mi columna del domingo 26.11.17: “EL ESTADO Y SU CLASE POLÍTICA NEGLIGENTE.

Durante mi ponencia en el reciente Congreso de Lucha Contra el Terrorismo en la Universidad San Ignacio de Loyola – USIL, he reiterado que la clase política peruana históricamente es mediocre porque nunca jamás se comprometió con el interés nacional y los verdaderos derroteros del Estado peruano en sus 196 años de vida independiente.

Para referirme estricto sensu al terrorismo, derrotamos a Sendero Luminoso (SL) en los años 90 luego de que ensangrentara el país durante los 80, y desde esa victoria medida con la detención y condena de Abimael Guzmán (1992) y de gran parte de su cúpula de delincuentes, nos hemos dormido en nuestros laureles soñando en la imperdonable sociedad del statu quo. Voy a explicarlo.

1° Para qué incorporamos en la Constitución Política de 1993 la pena de muerte en caso de terrorismo si hasta ahora no es aplicable. Está de adorno y esa es responsabilidad directa de TODOS los gobiernos y parlamentos que tuvimos en los 25 años siguientes.

2° El Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación – CVR (2003), nunca jamás calificó nominalmente a Sendero como grupo terrorista. Es verdad que hizo responsable al Partido Comunista del Perú “Sendero Luminoso” del mayor número de acciones violentas pero por supuesto que no era jurídicamente igual que decir “grupo terrorista Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso”.

Esa deliberada y punible redacción llegó a empoderar a los terroristas en sus insólitas demandas ante la Corte Interamericana de DD.HH. 3° En este último cuarto de siglo nuestros jóvenes, adolescentes, niños e infantes no han conocido una sola política pública, educativa ni transversal, seria ni profunda sobre lo que hizo SL, dejándose envolver por los caviares camuflados como hasta ahora en espacios estatales, que no hicieron nada para impedir o neutralizar la aparición del Movadef. Sendero existe y actúa según las circunstancias y el único responsable de ello es el Estado negligente que en este importante tiempo no ha sido capaz de elaborar una Política de Estado contra el terrorismo. A nuestra clase política le siguen temblando las manos”. Es lo que pienso, y que Dios pueda perdonar a AG.

TAGS RELACIONADOS