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Minería ilegal, tráfico y tala indiscriminada de madera, trata de personas y otros son algunos indicadores que presenta la alejada región de Madre de Dios, zona con la mayor diversidad de recursos naturales y que son depredados sin control. Problemas que en los últimos años registraron una explosión y que hoy día, tras la visita del papa Francisco en enero último, obligaron a mirar con mayor seriedad a esta zona que urge de atención por parte de los diferentes sectores del Estado.

El Poder Judicial (PJ), dentro de los cuestionamientos que recibe hoy en día por los diversos sucesos que pasan, acaba de poner en funcionamiento el primer módulo de justicia ambiental en Madre de Dios, que como milagro llega para ayudar a sancionar a quienes estén inmersos en dichos ilícitos que tanto daño hacen al lugar.

Sin duda, el Juzgado Penal Unipersonal y el Juzgado de Investigación Preparatoria tendrán un arduo trabajo para atender los diferentes casos de minería y tala ilegal, contaminación y depredación de flora y fauna protegida, los mismos que en los últimos tiempos casi siempre quedaban archivados, prescribían o simplemente se absolvía a las personas implicadas en los mismos por no existir un grupo de jueces especializados en la materia.

Es el primer módulo, como ha dicho el presidente del PJ Duberlí Rodríguez, que se instala en el país de los 35 previstos y el desafío es difícil, pero no imposible para sancionar a esas organizaciones criminales que desarrollan sus actividades sin ser castigados.

Se espera acción y resultados concretos en esta lucha.