César Acuña quiere ser Presidente del Perú, y no ha encontrado mejor idea que hacer campaña con dinero de la Universidad César Vallejo, que es de su propiedad; el spot de “La raza distinta” está en todos los medios y el costo hasta ahora ronda el millón de dólares.

Claro, alguien podría decir que es legal. Claro que lo es, pero no es ético; y quien quiera ser Presidente tiene que dar gestos, ser el ejemplo a seguir, ser el líder.

Según Ipsos, en su encuesta del 17/12/2013, cuando le preguntan a los empresarios: ¿Profesionales de qué universidad nunca contratarían? En otras palabras, ¿cuáles son las universidades más malas del país? Responden: 1) Alas Peruanas, 2) Norbert Wiener y 3) César Vallejo. Es decir, quien ofrece dar una buena educación para los peruanos y quiere cambiar el sistema educativo del país, lidera una universidad que está entre las tres peores de las 140 que tiene el Perú.

Este spot cuestionado le está dando réditos políticos por ahora, pero los jóvenes han comenzado a abrir los ojos y se preguntan: ¿por qué Acuña gasta “plata como cancha” para promocionar su candidatura tras un examen de admisión? ¿Por qué no se utiliza ese dinero en construir mejores laboratorios y bibliotecas para la universidad? ¿Por qué no paga mejor a los catedráticos para conseguir técnicos calificados que formen mejores profesionales?

Acuña tiene todo el derecho de ser candidato a la Presidencia, a lo que no tiene derecho es a robarles el futuro a los jóvenes utilizando sus recursos en su campaña personal. Todo esto yo quisiera cambiarlo, pero no se trata de mí; se trata de César Acuña.