GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Nadie es intocable, dijeron los fujimoristas cuando denunciaron constitucionalmente al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez. Nadie está por encima de la ley, espetaron otros naranjas cuando se refirieron a Pedro Pablo Kuczynski. Nadie es incuestionable, expresaron otros de la “Bankada” sobre los miembros del Tribunal Constitucional. Por eso, ahora nadie es también Fuerza Popular frente a la investigación fiscal.

La reacción de los fujimoristas no es exagerada. A quien diga que le gusta que lo investiguen se expone a la mentira. Sin embargo, la postura de los congresistas de Fuerza Popular puede ser calificada como un acto obstruccionista a la justicia, al considerar que los fiscales llegaron con una orden judicial y los parlamentarios, haciendo uso de su investidura.

En el país, nadie está exento de comparecer, salvo por orden constitucional. Este no es el caso porque hay una pesquisa en curso. Si un magistrado considera viable el pedido fiscal, solo queda abrirle las puertas. Hasta un niño lo sabe. Ahora bien, criticar esta acción bajo el manto de la política es solo una argumentación del fujimorismo para tirar la pelota a otro lado.

Héctor Becerril, así como Daniel Salaverry y Luz Salgado coinciden al decir que es una vendetta del Ministerio Público. Ellos creen que se trata de una venganza del fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, por la demanda constitucional en su contra en el Congreso, cuya mayoría es naranja.

No obstante, a diferencia del pedido de Salaverry, quien después de conocer que su amigo y financista fujimorista Joaquín Ramírez volvería a ser investigado por el Ministerio Público denunció al fiscal de la Nación, su lideresa Keiko Fujimori y Fuerza Popular están bajo una pesquisa que arrastra meses. Entonces, la intervención es solo de rutina.

Que por qué no han incautado las oficinas de Odebrecht o Graña y Montero, cuestiona Becerril. Es como aquel escolar que hace travesuras y quiere que también castiguen a su compañero por las mismas artes.

Vamos a ver cómo devuelve el golpe el fujimorismo. De brazos cruzados no se quedarán los miembros de la “Bankada”. Parafraseando a la legisladora fujimorista Cecilia Chacón, ahora sabremos con quién se meten.