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El intento fallido de obtener el asilo del gobierno de Uruguay es sin duda un duro golpe para Alan García, quien en la mañana de ayer, y sin hacer mucho ruido, tuvo que volver a su casa de Miraflores luego de 15 días. Sin embargo, peor para el expresidente sería que en los próximos meses nadie pida su detención y pueda transitar libremente por todo el Perú, pues solo cuenta con impedimento de salida del país. No puede haber nada peor para un “perseguido”, que nadie lo persiga.

Con su “audaz” intento de lograr el asilo de Uruguay argumentando que era un “perseguido político”, el expresidente García se ha disparado a los pies. Quiso marcar una diferencia, decirle al mundo que él no sería “presa fácil” como Ollanta Humala y Keiko Fujimori, pero al final salió mal parado. Lo peor es que su ingreso a la casa del embajador de Uruguay, en Lima, se produjo luego de que aseguró que acataría el impedimento de salida que le acababa de dictar el Poder Judicial.

Ayer, a través de un comunicado, el expresidente García ha dicho que estará en su domicilio esperando cualquier llamado de la justicia, tal como lo ha hecho en el pasado. Eso está muy bien, pero esa misma disposición debió mostrar desde un principio y no ahora, que le han negado el asilo en Uruguay, luego de decirle a dicho país, y de paso al mundo entero, que acá no hay democracia y que se persigue a los políticos.

La investigación al expresidente García, así como a todos aquellos que están bajo la lupa por el caso “Lava Jato”, tiene que seguir su curso, mientras urge un debate -hay que decirlo- sobre los posibles excesos de la prisión preventiva que han sido alertados incluso por el Tribunal Constitucional y el propio Poder Judicial, sin que esto signifique que estamos ante una dictadura que avasalla los derechos de quienes puedan ser “incómodos” al Gobierno.

En su momento, quizá dentro de mucho tiempo, la justicia establecerá si el expresidente García es inocente o no. Sin embargo, desde ya, el líder aprista ha perdido mucho políticamente al igual que su partido, pues desde un inicio se le dijo al país que la frustrada solicitud del asilo fue una decisión que se tomó al interior de la agrupación de la estrella, ante la posibilidad de que se dicte una orden de detención que hasta ahora no existe.