De todas las alianzas, la más importante es la del APRA con el PPC y “Vamos Perú”. Tener al PPC como principal aliado y a Lourdes como candidata a la primera vicepresidencia, a Alan lo fortalece, lo potencia; Lourdes, qué duda cabe, es una lideresa simpática e inteligente, con arraigo popular, las dos últimas elecciones que postuló para presidenta obtuvo el 25% de los votos.

Los críticos la cuestionan y dicen que el PPC solo busca pasar la valla para no desaparecer, pero Lourdes argumenta que se trata de dos partidos históricos y a pesar de haber sido adversarios, hoy con mayor madurez política se unen bajo principios para gobernar de ser el caso en una gran alianza entre la Democracia Cristiana y la Social Democracia como lo han hecho en otros países.

Y no es la primera vez, el PPC y el APRA ya lo hicieron en 1978 cuando se eligió la Asamblea Constituyente y Luis Bedoya Reyes en un acto digno y democrático declinó en favor de Víctor Raúl Haya de la Torre para que presida dicha asamblea por haber obtenido la más alta votación, hasta ahora no superada.

Ahora si Alan convence a Lourdes para que encabece la lista parlamentaria por Lima, el efecto multiplicador es mucho mayor, ella garantiza por lo menos un millón de votos en la capital. ¿Podrá Alan convencerla?

En esta alianza también está el Movimiento “Vamos Perú” de Juan Sotomayor, actual alcalde del Callao, que si bien es cierto no tiene gran arraigo popular en todo el país, sí lo tiene en el Primer Puerto.

Las próximas encuestas lo dirán, Alan comenzará a subir hasta llegar a la segunda vuelta con Keiko y el final será de película.