Anco, un hueco salvador
Anco, un hueco salvador

Por Javier Masías @omnivorusq

Cinco mesas en menos de doce metros cuadrados. Un hueco con parlante de salsa, sonrisa en el rostro y un espacio anodino pero bien intencionado. La historia del lugar empezó en el Mercado Santiago Apostol de Surco, donde la buena fama de su leche de tigre animó a los dueños a hacer una apuesta más grande. Ampliado el espacio, creció la oferta y ahora sirven, además, varios arroces marinos, ceviches y una que otra fritura.

Para el comensal quisquilloso es claro que la carta es demasiado extensa y la mayoría de las cosas son completamente reemplazables. El arroz, por ejemplo, es correcto pero no memorable. El picante de mariscos conviene evitarlo. Y la causa resuelve el tema de colocarse un carbohidrato en el estómago solo que sin mayor gracia que la que uno podría tener en casa y con prisa. Hay combinados y tríos, pero más allá del ceviche, que lo hacen impecable (S/20 a S/22) -el choclo tierno, el picante justo-, la leche de tigre y los chicharrones, no conviene demasiado explorar ni combinar. Sin embargo, hay algunas formas de disfrutar plenamente y, por raro que parezca, de sacarle el máximo beneficio a este lugarcito rendidor.

Mi favorita, y la razón por la que vengo cuando me asalta el hambre en esta zona, es ir de a dos, pedir una porción de chicharrón de pescado (S/22) para compartir y una leche de tigre para cada uno. Las hay de cuatro tipos, entre 13 y 15 soles por un vaso inmenso: clásica, al ají amarillo, al rocoto, y los fines de semana en que el local revienta, de conchas negras. El beneficio de la combinación es elemental, reconocible por todos e infalible para la mayoría: un contraste de temperaturas entre el chicharrón recién salido de la sartén y la leche de tigre fría, de texturas entre la costra frita y el pescado marinado, y de sabores que se logran cuando se somete al mismo producto -la especie empleada es la versátil palmerita- a procesos distintos. Comen dos por menos de treinta soles cada uno con chicha -por S/3 el vaso y medio- y si bien no se trata de un almuerzo opíparo, resulta suficiente, relativamente saludable, y bastante ligero como para seguir una jornada completa de trabajo.

Quien quiera darse el mismo antojo solo, puede pedir la leche de tigre Anco, de ají amarillo con chicharrón al lado (S/16), pero pedido así es menor la cantidad. Salen siempre calientes y descansan fuera del vaso para que no se altere la temperatura ni se ablande la costra. Visto así, es un best buy imbatible.

Anco.

Av. Miguel Grau 139, Barranco. Abierto de martes a domingo de 12.00 a 16.30 horas. Cierra lunes.