Una educación para la competitividad y el desarrollo debe formar personas saludables, ciudadanos con valores y productivos. En esta perspectiva se deben desarrollar lecciones significativas referidas a las humanidades, ciencias y tecnologías.

Por eso, en los currículos escolares es necesario considerar, entre otras competencias, aquellas que involucren capacidades, conocimientos y actitudes orientadas a comprender y transformar la naturaleza en una perspectiva de sostenibilidad y bienestar social.

Los aprendizajes científicos en los colegios deben realizarse “articuladamente desde los fundamentos de la física, la química, la biología y la geografía”. Entendiendo y valorando la complejidad de lo pequeñísimo hasta lo infinito del universo (H. Llempén 2017). Todo ello mediante estrategias metodológicas que privilegian la observación, la formulación de problemas e hipótesis, la experimentación y el razonamiento inferencial. En contextos pedagógicos de exploración, curiosidad, originalidad y criticidad dentro y fuera de las aulas regulares.

Por eso, tiene sentido que los escolares visiten espacios que los motiven y acerquen a los saberes científicos. Una valiosa oportunidad la pueden encontrar en el “Túnel de la Ciencia”, que es una exposición interactiva que presenta la sociedad Max Planck de Alemania y la Universidad César Vallejo. Fue inaugurada por el presidente Kuczynski el 16 de marzo en el campus de la UCV sede Lima Norte de Los Olivos y estará abierta hasta el 14 de mayo. Muestra módulos sobre materia, vida, cerebro, salud, energía, sociedad y universo.