El Poder Ejecutivo ha presentado el 26 de octubre 2021 al Congreso de la República, un proyecto de ley solicitando facultades legislativas para implementar reformas tributarias, proyecto derivado a las Comisiones de Constitución y Economía sin que, hasta la fecha, se vislumbre ningún dictamen.

El ministro de Economía, Pedro Francke, al sustentar este pedido, señaló como objetivo elevar presión tributaria del 14% actual al 17% del PBI. Sin embargo, el promedio de la presión tributaria en América Latina es 23%, mientras que la de los países europeos y Estados Unidos está por encima del 30% o 35% del PBI.

Si se aprueba la propuesta se podría recaudar entre 8,000 y 12,000 millones de Soles anuales, gravando a los que ganan sobre los 300 mil soles anuales con el 30% de impuesto a la renta, colocando un tope de 20% de deducciones, tasas de alquiler progresivas, reducir los incumplimientos tributarios, poner impuestos a plataformas digitales y, sobre todo, incrementar las tasas a la minería que atraviesa por un alza en los precios internacionales.

Autoridades del mismísimo Fondo Monetario Internacional (FMI) recomiendan la necesidad de elevar la presión tributaria en el país. Con la actual resulta imposible atender satisfactoriamente la creciente demanda de servicios y necesidades de la población.

A días de concluir la legislatura del Congreso, se requiere aprobar este proyecto para que rija desde enero del 2022. Esperemos que prime la sensatez y avancemos en elevar la presión tributaria, aunque pareciera que los intereses de las fuerzas políticas parlamentarias insisten en el camino de la vacancia, por más antidemocrático e inconstitucional que esto resulta.

Es hora de que el Congreso asuma su rol legislador y evite el camino obstruccionista, de lamentables consecuencias.