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La muerte de 1200 bebés prematuros en lo que va del año ha generado un impacto en todo el país. Este es un tema sensible que también causa dolor en el centro del país. Por ejemplo, en Huancayo han fallecido 38, y en Huánuco fueron 56. Lo más preocupante es la falta de equipamientos para atender a los bebés nacidos antes de los 9 meses de gestación.

A propósito, el director del Hospital El Carmen de Huancayo, Edgar Aranda Huincho, ha dicho que “el Estado solo entrega recursos para comprar incubadoras baratas que duran 8 meses y son de menor calidad que las alemanas o norteamericanas”. Pero eso no es todo, es evidente, además, la falta de especialistas en Neonatología y la carencia de ambientes adecuados, ya que son de material prefabricado y los techos se están rompiendo por la antigüedad. Todo esto genera gran riesgo en la atención de los bebés por consulta externa o emergencia.

Hay que precisar que en Huancayo se construye un hospital materno infantil desde hace casi 5 años. El Ministerio de Salud anunció que se terminaría en diciembre del 2017; sin embargo, han pasado 2 años y hasta ahora nada. Un dato no menor es que en ese nosocomio hay equipos nuevos que salvarían vidas de los bebés. ¿Quiénes son los responsables de que no funcione? Las autoridades regionales de Junín anteriores y las actuales, quienes se han enfrascado en pugnas políticas que han acarreado la presencia de la Contraloría y otras instituciones fiscalizadoras. Todo ello ha paralizado la obra.

Esperemos que el gobierno central tome cartas en el asunto y asuma un compromiso real con la población infantil y las madres de la región para inaugurar cuanto antes el nuevo Hospital El Carmen.