Escuchar a alguien por ahí decir que Sendero Luminoso fue una creación de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), podría sonar a broma o producto de la más alucinada imaginación. Sin embargo, esto se convierte en algo preocupante si quien lo afirma es nada menos que el actual ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Béjar.

Sí, para el canciller, exguerrillero y exrecluso, la banda de asesinos encabezada por Abimael Guzmán fue eso, fue un invento de la CIA. Esta pintoresca versión ya circulaba a inicios de los 80, cuando desde la izquierda se buscaba culpar a alguien por la irrupción de unas hordas de asesinos que “desacreditaban” a sus aspiraciones o los dividían.

Lamentablemente hoy, a 41 años de la sangrienta presencia de SL en la vida de los peruanos, tenemos a un canciller que sigue creyendo en esa historia, como si no estuviera lo suficientemente claro que el origen de esa banda fue producto del cerebro distorsionado de Guzmán y de una manga de salvajes que mandaron a jóvenes pobres a morir y matar, por nada.

El elector peruano ha cometido un gran error al llevar al poder a un presidente como Pedro Castillo, quien ha designado como canciller a Béjar, un personaje de dudosos antecedentes que además ofende a los peruanos en su intento por atribuir la existencia de SL a otros, y no a la descomposición de la propia izquierda a la que pertenece.