Es oportuno reconocer que la bancada congresal de Fuerza Popular es la única que desde un inicio decidió no apoyar la “ley mordaza” que pretende modificar el Código Penal para incrementar la pena por el delito de difamación, a fin de que los jueces tengan vía libre para mandar a Lurigancho o a Piedra Gordas a periodistas y comunicadores. Incluso varios del llamado “bloque democrático” como Avanza País y Renovación Popular estuvieron de acuerdo, en primera votación, con este proyecto propio de tiranías como las de Cuba o Venezuela.

Poco se ha resaltado en los últimos días este rechazo de los fujimoristas a este despropósito salido de la bancada de Perú Libre, propiedad del corrupto Vladimir Cerrón, el gran creador del ahora recluso Pedro Castillo. Sin embargo, así como se destaca lo bueno, es necesario poner luces sobre lo malo, que es lo que ha anunciado ayer en Correo el vocero alterno naranja, Luis Alegría. Ha señalado que en su bancada existe la tendencia de apoyar la postulación a defensor del Pueblo del abogado Josué Gutiérrez Cóndor. De terror.

Por un lado rechazan el mamarracho de la “ley mordaza”, pero por otro están dispuestos a echar su bendición a Gutiérrez Cóndor, candidato propuesto por Perú Libre y abogado de Cerrón en uno de sus procesos por corrupción. Para más señas, este señor es recordado como uno de los más infames ayayeros de la ex primera dama Nadine Heredia, hundida hasta el cuello en investigaciones en el Ministerio Público junto con su esposo, el expresidente Ollanta Humala. ¿Qué de bueno puede aportar a la Defensoría del Pueblo?

El legislador Alegría ha manifestado que no le parece “determinante” que Gutiérrez Cóndor haya sido abogado de Cerrón como para descalificar su postulación, y que el hecho que haya sido político lo favorece “porque sabe ordenar sus ideas”. No es broma, eso ha dicho, cuando todos sabemos que el aspirante a defensor fue un oscuro parlamentario dedicado a apoyar al régimen humalista especialmente con temas presupuestales. Ahora resulta que desde el fujimorismo lo ven casi como una luminaria.

Algo no cuadra acá. En lo personal, me huele a acuerdo bajo la mesa, algo tan común en nuestra política. De cuándo a acá el fujimorismo apoya iniciativas del cerronismo más duro, además manchado de humalismo. Ojo que los naranjas son la primera minoría en el Congreso y de sus votos puede salir el nuevo defensor. Lo más sano sería descartar a los dos postulantes en carrera y obligar a que se busque otra terna más a la altura del reto. Cerrón y el castillismo no pueden ser los nuevos dueños de le Defensoría del Pueblo.

Dispuestos a echar su bendición a Gutiérrez Cóndor, candidato propuesto por Perú Libre


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