El anuncio de que el Perú emitió bonos soberanos por US$ 3 mil millones en el mercado financiero internacional es un respaldo al país, a las políticas de disciplina fiscal que vienen aplicándose desde hace tres décadas y a las medidas instauradas para mantener y, posteriormente, restablecer la economía nacional.

Este monto, que según el MEF fue obtenido a una tasa de interés récord, será utilizado para tener liquidez y financiar parte del plan de 12 puntos del PBI que busca mejorar los servicios de salud, brindar soporte a la familia y mantener la capacidad productiva del país. Esto es especialmente importante debido a que todo parece apuntar a que el “aislamiento social obligatorio” decretado por el Gobierno para frenar el avance del coronavirus no será ampliado luego del 26 de abril, pero ¿qué ocurrirá después? En su pronunciamiento del 16 de abril, el presidente Martín Vizcarra adelantó que continuará la vigencia de una “buena parte” de las restricciones instauradas durante el periodo de cuarentena y que el regreso a la “normalidad” será paulatino. Esperemos que esta liquidez, obtenida a cambio de deuda, permita enfrentar mejor la situación que vendrá después de la emergencia.