Falta un mes y medio para que el año se acabe y empiece el 2022, que estará marcado por las disputas proselitistas por los gobiernos locales y regionales. Mucha atención con lo que viene, que va a estar definitivamente relacionado a las acciones que lleguen también desde el escenario político nacional.
Por ejemplo, miremos al partido de gobierno, o al partido que llevó a Pedro Castillo al gobierno (que parece que hoy no es lo mismo). Las acciones de Vladimir Cerrón y Perú Libre, de todas maneras, estarán enmarcadas en ese escenario electoral. Y, por supuesto, a ellos les interesa estar en el poder central para la campaña que viene. Una cosa es que el partido de Cerrón llegue a la campaña de 2022 con la tensión existente hoy con Pedro Castillo y su entorno, y otra cosa es encaramado en el poder desde Palacio de Gobierno. Está claro que el ala cerronista busca la salida de Mirtha Vásquez y regresar a los brazos de Castillo.
El mismo líder de Perú Libre lo ha dicho expresamente recién en Twitter: “Ahora comprenderá el presidente Pedro Castillo por qué quisimos salvarlo del gabinete caviar, porque son una plaga si les das chance. Apunte sin temor a un tercer gabinete consensuado entre el Ejecutivo, el partido y la bancada. No hay elementos más legítimos, aún está a tiempo”.
Y así como Perú Libre, otros partidos están midiendo sus pasos para lo que viene. Acción Popular y Alianza Para el Progreso, los partidos que podrían definir la suerte de Pedro Castillo ante un eventual pedido de vacancia en el Congreso, mantienen su cautela pensando justamente en las elecciones regionales y municipales. La lampa sabe que tiene chances, tanto en Lima como en regiones; y César Acuña pretende, por supuesto, mantener el poder que hoy tiene en regiones, y en lo posible ampliarlo. El mismo Acuña podría estar participando en las elecciones regionales de La Libertad.
Hay que estar atentos. Los actores políticos preparan el guion con la mirada puesta en el 2022.