Ambos conceptos van juntos y no son ni antagónicos ni contradictorios. Una campaña mediática errónea quiere hacer creer que defender la autonomía universitaria es ir contra la calidad de la educación superior. Nada más falso. Tampoco significa ir contra la reforma ni contra la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria, SUNEDU, organismo de supervisión y control de calidad. La Constitución en su art 18 dispone que cada universidad es autónoma en su régimen normativo, de gobierno, académico, administrativo y económico. 

Y así debe ser, una autonomía respetada por todos para que la sociedad se beneficie con el debate universal y la libertad de pensamiento inherente a las universidades. La Ley 30220 pone énfasis en la mayor participación de las universidades, en la capacitación y competitividad de sus estudiantes con pleno respeto a su autonomía. Las universidades son la conciencia intelectual de la sociedad, no deben ser dominio de nadie. Ni del gobierno de turno ni de los intereses privados o comerciales. Las universidades deben cumplir con sus altos objetivos y los gobiernos cumplir con respetar su autonomía. Ambos están simétricamente obligados a garantizar este equilibrio.

Y el compromiso primero debe ser de las propias universidades con acciones coherentes con su autodeterminación. Bien que la, SUNEDU en su objetivo de salvaguardar la calidad de la educación, exija estándares mínimos para el licenciamiento. Mal que en su Consejo Directivo no figuren representantes legítimos de las universidades públicas y privadas. Su presencia es indispensable, como en todo el mundo, donde ningún avasallamiento político es admisible. Requieren de la mayor independencia para aportar al debate nacional, más allá de las contingencias políticas. Que cada universidad tenga la calidad suficiente pero también la libertad suficiente para formar ciudadanos capaces de integrarse a una sociedad democrática y producir conocimiento relevante. Altísima misión a ser cumplida con calidad y con autonomía. Con indispensable equilibrio y respeto a ambos conceptos.