GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

“Calladita (o) se te ve más bonita (o)” es una frase recurrente en el habla popular que se usa para señalar con un toque de sarcasmo a todos aquellos que opinan más de la cuenta y que, por hacerlo, terminan entrampados en su propio laberinto. Ante lo evidente, ya nada hay que agregar, es inútil, ni menos justificar; peor tratar de defender lo indefendible. Calladitos quedamos mejor y nos vamos retirando lentamente a seguir con lo nuestro. Pero nos encanta hablar, “meter la pata” y las divas de la televisión no se salvan, finalmente son de carne y hueso y aunque lo nieguen, sufren por la competencia y la audiencia. Hace una semana Gisela Valcárcel, ante los abrumadores 27.7 puntos de rating de El valor de la verdad con la historia de las colombianas Greysi y Milena frente a El Gran Show con 11.7, en una suerte de mensaje a sus seguidores trató de analizar lo que había pasado con el gusto del televidente. “(...) pero no creo que la historia guste, creo que deja sorprendidos a todos por lo que llega a pasar en una familia cuando se carece de respeto y amor. Para ti y para mí, nuestra familia lo es todo, y seguiré apostando por una televisión que muestre unión, amor y respeto (...)”. Bueno, qué podríamos decir. Si la historia no gustó, ¿cómo tuvo 27.7 de audiencia general y picos de más de 30 puntos en el sector AB? Nos agrade o no, las vidas exageradas de personajes mediáticos van a interesar aquí y en la China y, bueno, eso pasó con El valor de la verdad y continuará con buena sintonía en la medida que sus invitados se luzcan con los excesos. Vayamos ahora con el concepto de “la televisión blanca y transparente” que sugiere Gisela en contra de la otra que es de la competencia. Pues ella como “animal televisivo” sabe que está haciendo show y que también debe llevar su cuota de morbo a la pantalla aunque lo niegue. Tener en el reality a Dorita Orbegoso junto a su ex con el que protagonizó interminables dimes y diretes que fueron reseñados por los medios, no es precisamente apostar por una pareja en competencia salida de la Escuela Nacional de Ballet. Presentar a Karla Tarazona para responder las revelaciones de Vania Bludau que involucraban a Christian Domínguez es poner carne al asador frente a la pantalla. Convocar a Melissa Klug y tratar que bailé “El toto” al estilo Yahaira es purito show. Así es el negocio de la televisión, si sabes cuáles son las reglas del juego y lo que exige la audiencia en horario nocturno, calladitos quedan mejor todos y no hay que buscar justificarse a cada rato para quedar mejor que el vecino.