Cambios en la reconstrucción

Decían los jovencitos de más de 60 años que a veces el remedio puede ser peor que la enfermedad y, tal vez, el pedido de expulsión de Pablo de la Flor al mando de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) cabe como anillo al dedo en esta frase. ¿En realidad creen que si sale mejorará este proceso?

Lo que no se dan cuenta las autoridades regionales de la prestigiosa mancomunidad del chifa nor oriental es que ellas están con un pie afuera de la reconstrucción al entrar a un año electoral y negárseles la reelección en el cargo, mientras el Gobierno Central tiene para un buen rato con este lío. Así que se tragan el sapo o miran pasar el proceso -y los millones- de las obras, pero no pueden poner en el medio de sus intereses a los ciudadanos.

Dejémonos de hipocresías, caramba, que cuando hubo la repartición de la torta de los millones de soles para la inversión en las obras de reconstrucción, Pablo de la Flor era una rosa multicolor; pero ni bien pisó callos ahora quieren deshojarlo.

Veamos qué no está funcionando y reseteemos la máquina. Sigamos con los mismos operarios porque poner a nuevos funcionarios frenará lo avanzado, en vez de acelerar el proceso. Esto no es fútbol, en el que sacan al técnico porque es más fácil que volarse a todo el equipo.

Por el lado de De la Flor, ponga un equipo técnico para que ayude a los funcionarios rengos a elaborar expedientes de obras. Traiga a gente experta para que enseñe el papepipopú de las cosas. Ya les dijo sus verdades, ahora traiga soluciones y pise el acelerador.

Por el lado de los gobernadores regionales, señores, no hagan espíritu de cuerpo que no tienen las avemarías de la ciudadanía, acepten sus carencias, sinceren a su personal y en vez de pedir cabezas, úsenlas para llegar a un buen puerto, que tiempo es lo que va a faltar si el clima empeora. Háganlo por la gente.