Las últimas semanas han sido muy importantes para la lucha a favor de la legalización del uso del cannabis con fines medicinales en el Perú. La empatía se hizo presente no solo por el lado ciudadano sino también a nivel político. Así, desde el Congreso de la República, se han dado claras muestras de poder alcanzar un consenso que permita la aprobación de un marco legal que legalice su uso. Desde la ciudadanía, paralelamente, tuvimos una movilización en la que muchos dejamos en claro que quienes necesitan esta planta para aliviar sus males no están solos.En este último tramo, toca dar pelea, tanto en la Comisión de Salud como en el pleno del Parlamento, sobre un tema muy importante: el cultivo asociativo de pacientes. Este es un elemento fundamental de la lucha de las madres, pues permite la personalización de la dosis de cannabis según la dolencia y así conseguir efectos reales en la salud de sus hijos.Durante el debate, muchas madres han dejado en claro que en ciertos casos los productos farmacéuticos existentes en el mercado no consiguen tener por sí mismos los efectos en la salud de los pacientes que sí se logran por medio de la personalización de la dosis que se genera a través del cultivo asociativo. No estamos pues ante un tema meramente económico, sino a uno ligado a la efectividad de los productos cannábicos. Entiendo los temores asociados al control de estas actividades, pero tengo muy claro que legislativamente podemos poner los candados que el tema amerita. Construyamos una norma que dé una solución efectiva y real a quienes más lo necesitan.