El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski está cometiendo el mismo error de la administración de Ollanta Humala de culpar de todas sus metidas de pata a la oposición, en lugar de mirar hacia adentro y aceptar que, por ejemplo, el fiasco del aeropuerto de Chinchero fue un tremendo autogol que metió el ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, el cual arrastró al Mandatario, quien se compró el lío y terminó chamuscado.

Humala y su esposa se la pasaron los últimos años de su gobierno culpando de todo a fujimoristas y apristas. Un poco más y nos salen con que las anotaciones por varios millones de dólares consignadas en las famosas agendas las escribieron Keiko Fujimori y Alan García; o que el desbalance patrimonial exhibido por la llamada “pareja presidencial”, sus nexos con el chavismo y el caso Madre Mía eran inventos de los rivales que no perdonaban su “nueva forma de hacer política”.

Y mientras el expresidente Humala va ante la prensa extranjera a victimizarse y a decir que es objeto de “linchamiento político” y la izquierda de siempre aprovecha el desmadre del proyecto Chinchero para pescar a río revuelto y salirnos con sus marchas y paros, el actual gobierno debería preocuparse más en ajustar sus clavijas, pues en diez meses ya hemos tenido varias muestras de que el autogol y la vocación suicida no son patrimonio del quinquenio nacionalista. La lista de hechos es larga.

Antes de seguir con sus quejas hacia la oposición -que tiene la función de fiscalizar- y ahora la Contraloría, el Poder Ejecutivo debería admitir que por alguna razón poco clara no hizo caso a las múltiples advertencias que se lanzaron sobre lo dudoso de la adenda. Negaron mil veces las irregularidades, incluso a través del propio jefe de Estado, y vieron un “trasfondo político” en el asunto, para finalmente aceptar que la cosa no iba bien y que había que anular todo. ¡Total!

Sería muy nocivo para el país tener un gobierno que al igual que el de Humala se la pase buscando culpables externos de sus errores, cuando las metidas de pata se cometen desde adentro. ¿O es que la oposición obligó al MTC a suscribir la adenda con Kuntur Wasi? ¿O acaso “naranjas”, apristas y acciopopulistas mandaron a Vizcarra a pasearse por la televisión para defender lo que se acaba de anular? ¿También dirán que los rivales obligaron a PPK a sacar su pizarra en Palacio de Gobierno?