Por estos días se habla mucho del desastre dejado en gobiernos regionales a cargo de comunistas como Vladimir Cerrón (Junín) y Gregorio Santos (Cajamarca), ambos sentenciados por corrupción, pero pocos recuerdan a otro sinvergüenza que agitando las banderas de la “igualdad” y la “justicia social”, se levantó en peso los recursos con los que debía hacer obra, para luego acabar preso. Me refiero a Gerardo Viñas, al frente de la región Tumbes entre 2011 y 2014.

Este sujeto fue elegido por los tumbesinos a pesar de que había pasado ocho años en prisión por nexos con el terrorismo. Se salvó de cumplir su condena gracias a un indulto a inicios de siglo. Sin embargo, su discurso radical nunca fue dejado de lado y eso le valió, inexplicablemente, para ser elegido como la máxima autoridad de Tumbes, una región que quiso convertir en su chacra, al extremo que usaba recursos públicos para promocionar su imagen.

En esos años yo era director regional de este diario en el norte del país, y como tal tenía a mi cargo Correo Tumbes. Desde allí fui testigo de la nefasta administración de Viñas. Fue señalado por la distribución de textos escolares en cuyas portadas aparecía rodeado de niños, y de poner a trabajar en su gestión a sujetos vinculados a Sendero, incluso en la Dirección Regional de Educación. No olvidemos que en un momento abogó por la inscripción del Movadef como partido.

Al final la gestión de este izquierdista fue un desastre y en 2014 salió por la puerta falsa. Más tarde al hombre le dieron prisión preventiva y huyó del país. El Ministerio del Interior ofreció 100 mil soles de recompensa por datos que lleven a su ubicación. Al cabo de dos años en la clandestinidad, Viñas fue capturado en Quito y encerrado en la cárcel ya no por terrorismo como en los años 90, sino por corrupto. Le dieron 11 años de reclusión por lavado de activos. Toda una joya.

Acá tienen al dos veces recluso Gerardo Viñas, otro “luchador social” que, como tantos, se llevó al bolsillo la plata de su región en lugar de trabajar por su gente y procurar eso que ahora la izquierda ofrece a través del profesor Pedro Castillo, el candidato del marxismo leninismo y chavismo creado por Vladimir Cerrón una vez que este último fue condenado por corrupción y se quedó sin la posibilidad de postular por Perú Libre.