Mientras que el gobierno parece llegar –otra vez- a un descalabro irreversible; mientras que la denuncia de la Fiscal de la Nación pone contra las cuerdas a Pedro Castillo, otra noticia caía amargamente sobre el norte peruano y que complica las expectativas de crecimiento en todo el país.
Nos hemos enterado del asunto por la propia voz del premier Aníbal Torres, quien ante la Comisión de Presupuesto del Congreso reveló que el Tribunal Arbitral Internacional decidió resolver el contrato, tras no ampliar el plazo para la firma de la famosa adenda. Tanto el gobierno regional como la empresa concesionaria estaban dispuestos a llegar a un acuerdo, pero en el Ministerio de Agricultura no había voluntad política.
El mismo Aníbal Torres lo dijo en su declaración en el Congreso. “En cuanto a Chavimochic tengo que lamentar mucho que no hemos podido superar esto en el Ejecutivo porque todo el mundo tiene miedo. El ministro anterior decía voy a ir preso si confirmo esto. Cuántas veces les hemos hecho sentir que hay aprobación social y política. No obstante eso, no hemos podido vencer la dificultad”, fue lo que dijo.
La noticia ha sido un golpe tremendo en La Libertad. Autoridades, empresarios y agricultores han acusado el golpe. “Es una desgracia”, decía el lunes el presidente de la Cámara de Comercio de La Libertad, Alfonso Medrano.
Y lo peor es que dentro del gobierno de Castillo hay gente celebrando esto como “un logro”. La demagogia y la insensatez primaron. Solo se trataba de que de la empresa termine el 30% de la obra pendiente. Ahora, tendrán que iniciar un nuevo proceso, buscar una nueva concesionaria. Pero este gobierno está hasta el cuello con una denuncia fiscal por presunta corrupción, con allanamientos y revelaciones graves. Eso, además de su consabida incapacidad. ¿Este mamarracho de gobierno quiere sacar adelante un nuevo proceso para Chavimochic III?